Durante la noche de este sábado, en el T-Mobile Arena se vivió la velada del UFC 272 protagonizada por la rivalidad más grande de las Artes Marciales Mixtas (MMA), Colby Covington contra el cubanoamericano Jorge Masvidal.

El evento más importante del año trajo consigo mucho de qué hablar. La confirmación de la lucha y el grappling, como el estilo dominante en este deporte. Cada vez resulta más difícil ver a un striker hacer frente y, mucho menos, dominar a un peleador que se especialice en el combate por el suelo. Por supuesto, la estelar del 272 no fue la excepción.

Colby Covington y Jorge Masvidal llegaron con el cartel mediático a cuestas, vendiendo una rivalidad conocida por ser la más grande de las MMA. Pero lo cierto es que dicha enemistad resultó ser real, ya que, durante cada uno de los encuentros de ambos, primaba la tensión y las ofensas. De hecho, la seguridad presente en rueda de prensa, pesajes, careos y sobre el octágono, fue una de las más grandes recordadas en un evento de la UFC.

El combate en sí fue dominado por Colby. Salió a hacer su pelea, cada uno de sus movimientos estaba fríamente calculado, como si de un juego de ajedrez se tratase. Covington mostró su superioridad en todo momento, fue un peleador completo en todas las aristas.

El rival de Masvidal se impuso en la lucha, demostró que es uno de los peleadores con mayor resistencia en el combate, por si fuera poco, también mostró el aguante de su mandíbula. Colby Covington es un peleador muy superior, que le tocó vivir en una época difícil. Si no existiese Kamaru Usman, Colby sería el campeón.

Abrumado y sin recursos, el eclipse de Jorge Masvidal

Por su parte, el cubanoamericano Jorge Masvidal se vio abrumado por la lucha de su rival. En cada asalto, Covington lograba el derribo y ahí abajo poco podía hacer Masvidal. Se limitó a defenderse de una posible sumisión y en ese aspecto sí tuvo éxito, porque Colby intentó la llave mata león en múltiples ocasiones sin conseguir nada.

El combate de Jorge Masvidal se resume en eso, impedir que lo finalizaran y más allá de un gran golpe cruzado con la derecha, poco más pudo hacer.

Ahora queda la incertidumbre de qué será de Masvidal, lleva tres derrotas seguidas y suma 37 años. Para muchos, no está al nivel de conseguir una oportunidad titular, parece ser cierto, más si contamos con los talentos emergentes de la división, como es el caso del ruso Khamzat Chimaev y el norteamericano Sean Brady, ambos con récord invicto en las MMA y que van en ascenso buscando dicha oportunidad de luchar por el cinturón.

Parece ser que UFC tiene otros planes para Jorge Masvidal, puesto que renovó contrato hace unos días y se convirtió en el tercer peleador mejor pagado de dicha promotora. Lo cierto es que Masvidal, a pesar de sus derrotas, vende mucho y eso le interesa a la compañía. Además, posee un cinturón al BMF que seguramente comience a ser usado a partir de ahora. Con este contrato, los fanáticos de las MMA se aseguran que hay Masvidal para rato.

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