Una nueva medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, su segunda en esta edición, confirma que Omara Durand es una leyenda del atletismo cubano.

Como se vaticinaba, la reina de las pistas se mostró imbatible en la final de los 100 metros planos categoría T12, para colgarse la segunda dorada de la cita y hacer un palmarés envidiable.

Una vez más, Durand demostró que no existe rival capaz de vencerla en una pista, pues de la mano de su guía, Yuniol Kindelán, logró un tiempo de 11.49 segundos, por delante de la ucraniana Oksana Boturchuk (12.03) y la china Yanfen Liang (12.51).

De esta forma, la cubana repite el éxito de Río de Janeiro en la distancia, al tiempo que logra su séptima medalla dorada en Juegos Paralímpicos, toda una hazaña que confirma su dominio abrumador.

Se suma su éxito al que logró hace poco tiempo, cuando Durand ganó el oro en los 400 metros planos de la categoría T12, tras estampar un tiempo de 52.58 segundos en un evento que también dominó a su antojo.

La “tiranía” de Omara en las pistas es tan abrumadora que, como explica el colega Jesús Muñoz en Twitter, desde el 2011, la cubana no pierde una carrera en eventos internacionales.

Pero su historia en el atletismo puede crecer incluso más si tenemos en cuenta que todavía le queda competir en los 200 metros, otra prueba en la cual es imbatible.

Tras la dorada de Durand, la delegación de la isla suma tres medallas de oro, una de plata, y una de bronce y se ubica en la posición 33 del medallero general.

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Imagen cortesía de Twitter