A Oscar Pino, uno de los mejores luchadores cubanos del momento, no serĂa raro encontrarlo sentado en el muro grisáceo del malecĂłn habanero, un atardecer cualquiera. Él dice que es la costumbre por vivir tanto tiempo cerca del mar. Además, en ese lugar encuentra una de las cosas que más le gustan: la tranquilidad.
Quizás, va allĂ tambiĂ©n porque es la vĂa de escape más rápida y efectiva para huir del bullicio y el movimiento de Centro Habana, y despejar la mente de las largas y desgastantes jornadas de práctica deportiva.
Desde su municipio, el subcampeĂłn mundial de lucha grecorromana parte todos los dĂas bien temprano hacia la preparaciĂłn. El Ăłmnibus que toma funciona como su primer calentamiento, que completa con una caminata desde donde se baja, hasta el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento “Cerro Pelado”.
Cuando llega, muchos lo saludan y felicitan por el subcampeonato panamericano alcanzado en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en los 125 kilogramos del estilo libre. Tal vez su palmarĂ©s fuera más amplio, si no hubiera coincidido en tiempo, paĂs y disciplina deportiva -en el estilo clásico y en la misma divisiĂłn-, con uno de los mejores luchadores de la historia: MijaĂn LĂłpez.
ÂżEstar a la sombra de MijaĂn te hizo pensar, alguna vez, en luchar por otro paĂs, como han hecho distintos atletas?
No estoy a la espera de su retiro. En su momento, he tenido mi oportunidad y él la suya. Ninguno se ha interpuesto en el camino del otro. Lo más parecido que me ha pasado fue que en los juveniles un entrenador me propuso cambiar para el boxeo y le dije que no, pues a mà lo que me gustaba era la lucha.
Antes de descubrir su entusiasmo por la lucha, desde muy niño, ya se habĂa adentrado en el mundo de los deportes. PasĂł por karate, balonmano, baloncesto y bĂ©isbol. Pero la ola de popularidad que tenĂa la lucha en su vecindario terminĂł por llevarlo a intentar descubrir una sensaciĂłn quizás similar a la de los gladiadores de la antigua Roma.
“EmpecĂ© a la edad de 10 años y di mis primeros pasos bajo el mando de Cándido Mesa y Leonides BarĂł, en el Vicente Ponce Carrasco, cuando estaba todavĂa en Ăłptimas condiciones para entrenar. DespuĂ©s hice todos los pasos transitorios hasta llegar al equipo nacional”, rememora.
¿Por qué te inclinas hacia esta práctica?
Era el deporte del barrio y ya a las cinco de la tarde, Cándido Mesa iba recogiendo a los muchachos por todo el barrio y casi siempre uno se quedaba solo jugando. AsĂ que un dĂa me embullĂ© y me fui con todos los amigos de la zona para la lucha. Me gustĂł y me quedĂ©.
Pino recuerda con emociĂłn su llegada al conjunto nacional, rodeado de figuras y con un camino por delante para crecer y desarrollar sus aptitudes. “LleguĂ© siendo un muchachito y la verdad que uno se siente un poco asombrado por las figuras que venĂa viendo en la televisiĂłn. Ser su compañero era un sueño. Tener a MijaĂn, Pablo Shorey, Pedro Isaac, MaylĂn Consuegra, eso era para mĂ algo muy bueno, y son experiencias que uno se lleva para toda la vida”, dice.
ÂżQuĂ© cualidades tomarĂas de dos campeones olĂmpicos como MijaĂn e Ismael Borrero?
De ellos dos adquirirĂa la abnegaciĂłn y las ganas de triunfar que tienen, pues son atletas excepcionales, acostumbrados a entregar lo mejor en todo momento. Nunca dan una pelea por perdida y poseen la capacidad de hacer que otros atletas los tengan como ejemplos y fuente de motivaciĂłn para poder lograr sus objetivos.
Mientras muchos piensan que coincidir MijaĂn LĂłpez pudiera frenar su ascenso, el joven de 25 años tiene otras sensaciones con respecto a esta situaciĂłn.
“Todo tiene su tiempo en la vida y no te digo que he tenido que esperar. SalĂ en la era donde estaba MijaĂn y he conseguido mis resultados, asĂ que no es algo que me preocupe, al contrario, es una cosa de la que me beneficio, porque como bien dicen muchas opiniones, Ă©l es el top de la lucha. Entonces, de ahĂ adquiero muchos conocimientos y habilidades. Me nutro de sus capacidades y condiciones que lo hacen ser el mejor del mundo y eso he ido aprovechando”, dice.
Pino se ha alzado en par de ocasiones con el cetro Panamericano de lucha en el estilo greco en las ediciones de Fisco (2016) y Salvador de BahĂa (2017), tĂtulos a los cuales suma los bronces mundiales de ParĂs (2017) y Budapest (2018).
Sin embargo, sus potencialidades le han permitido encontrar un sendero prometedor en la libre, donde también acumula buenos resultados, pese a llevar poco tiempo en el estilo.
“TodavĂa estamos en el aprendizaje. La transiciĂłn nos costĂł un poquito más por el tema de la postura, las paradas, la forma de defender y eso nos va a seguir costando, pues a muchos libristas le pasa todavĂa. A nosotros, con ese perĂodo tan corto que llevamos, nos va a seguir chocando hasta llegar a la especializaciĂłn, pero para mĂ haberlo hecho fue una experiencia bastante grata, y he sacado provecho para aumentar mi nivel”, afirma el habanero, bronce este año en los 125 kg de la libre en el Panamericano de la disciplina, celebrado en Buenos Aires.
¿Estar enfocado en dos estilos no afecta el desarrollo máximo que pudieras alcanzar si estuvieras centrado en uno solo?
Pudiera ser que a lo mejor uno no llegue a su nivel máximo, pero no lo creo asĂ. Pienso que estoy potenciando habilidades y creando capacidades. Siento que es beneficioso. La libre es una aventura, porque era una actividad que no estaba acostumbrado a hacer y la tomo cada dĂa como una nueva tarea, y la greco es mi pasiĂłn, eso todo el mundo lo sabe. Llevar ambos a la vez para mĂ no ha representado ningĂşn inconveniente. Nada en la vida es fácil.
Los retos de alternar entre estilos no han impedido los triunfos de Pino. AsĂ, en el Campeonato Nacional de CamagĂĽey se alzĂł con el tĂtulo en los 130 Kg de la grecorromana, pero dejĂł claro que en la divisiĂłn más pesada de la libre, hoy Cuba no tiene un mejor representante que Ă©l.
“CompetĂ en las dos modalidades porque querĂa. Mi tarea era luchar en la greco y conseguĂ el oro. Estaba contento porque es mi estilo y ya despuĂ©s fui a la libre a medirme, pues si iba a representar a Cuba en un Panamericano querĂa tener una medida del potencial adquirido en este estilo. PeleĂ© y el resultado al final salió”, dice el gigante de un metro y 96 centĂmetros de estatura.
Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 pondrĂan a prueba, nuevamente, su capacidad de adaptaciĂłn.
“Fueron los primeros Panamericanos mĂos y fue una fiesta. No puedo generalizar, pero los vi muy organizados, muy bien preparados, los atletas con mucho nivel y todo el mundo con garra y deseos de ganar. AsĂ que yo me sentĂ muy bien por haber participado y poder obtener la medalla de plata”, dice.
En la final perdiste con el estadounidense Nicholas Gwiazdowski, con quien tambiĂ©n habĂas caĂdo en Buenos Aires
Tengo ganas de revancha, pero esta vez la pelea fue totalmente diferente a Buenos Aires. Aunque terminó 10-0, mejoramos en algunos aspectos. Que el contrario fue mejor que nosotros es otra cosa, pero nos preparamos bien. Si comparas los dos combates se ve, aunque sea, un pequeño paso de avance.
Las carreras de Pino y MijaĂn se cruzaron nuevamente, esta vez en el Campeonato Mundial de Lucha. Esta vez, no les tocĂł ser rivales, porque Oscar asistiĂł a la cita con una encomienda: obtener el boleto olĂmpico para MijaĂn LĂłpez, rumbo a Tokio 2020. Una vez más, el guerrero se sobrepuso a las dificultades y logrĂł un segundo lugar que clasifica como su mejor resultado histĂłrico.
La incursiĂłn en la Bundesliga de Lucha, un exigente evento con experimentados atletas, tambiĂ©n ha ayudado a convertirlo, cada vez más, en un contendiente temible. “En nuestro paĂs el entrenamiento es más fĂsico y allá es más tĂ©cnico. Se va más al detalle, pero tambiĂ©n la Bundesliga es una herramienta donde uno tiene la posibilidad de chocar con el nivel, contra grandes atletas y son ellos los que te pueden dar tu estado Ăłptimo”, comenta Pino, quien representa una vez más al club Germania Weingarten.
ÂżCuán difĂcil ha sido el trayecto para llegar hasta aquĂ?
Todo camino tiene un momento donde una persona debe sacrificarse. Dios me dio unos excelentes padres, que son quienes me han ayudado ante cualquier circunstancia. Han aportado todos los valores que tengo. Las personas ven los resultados y muchas veces no saben que perdemos muchas cosas con la familia.
“A veces estamos lejos en los momentos de felicidad y no podemos estar con ellos y celebrar sus cumpleaños. Me ha pasado en dos ocasiones. En la vida Dios tiene un plan y la oportunidad de nosotros es materializarlo”, afirma.
Son casi las diez de la mañana y en la pista del Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento “Cerro Pelado” el sol comienza a calentar. Es dĂa libre para los luchadores, pero Ă©l va a aprovechar el tiempo con unas carreras, despuĂ©s de realizar la prueba de control antidoping.
Sabe que en el esfuerzo está la clave. Tal vez eso ha aprendido de los libros de temas históricos y de grandes conquistadores que le gusta leer.
–¿Cómo puedo hacer para que en la enciclopedia Ecured, en mi perfil, pongan mi foto? Porque la que ponen es la de Yasmani Lugo –pregunta de pronto. Mientras, calienta la mole de músculos que es su cuerpo y espera la llegada de su compañero Daniel Gregorich.
Diez minutos más tarde, ambos gladiadores hacen un primer sprint, luego un segundo y un tercero. Se alistan para dar una vuelta al óvalo. Sudan copiosamente por el esfuerzo, bajo el sol del tórrido clima cubano. Me despido, camino unos metros, y me volteo cuando escucho la voz de Pino.
–Estelar –dice con una leve sonrisa–, acuérdate de mandarme la foto ganándole al gordito este.