Cuando Danell Figueroa, prospecto de la pelota cubana radicado en República Dominicana, recibió una llamada telefónica, su vida estaba cerca de cambiar. Su representante, en conjunto con inversionistas, le informó de la posibilidad de firmar con los Texas Rangers.

“Estamos negociando el bono”, le dijeron. “¿Estás de acuerdo con la oferta?”.

El joven, visiblemente tenso, respondió que sí. Era consciente de lo complejo del proceso. Su posición, cácher, además de su edad, podían frenar cualquier decisión. Temía, además, por la poca existencia de cubanos con estadísticas convincentes en la MLB como receptores.

“No lo pensé mucho”, explica Danell Figueroa. “Mi objetivo era entrar a la organización”.

Pasó una semana, dos. Nada. No había respuesta. Estaba en un limbo. Él continuó entrenando. “Seguí enfocado, haciendo bien mi trabajo”, confirma. El 15 de noviembre de 2022, mientras jugaba PlayStation a las 9:00 pm, lo llamó su representante.

“Me dijo así, muy natural: Danell, ya puedes llamar a tu papá y tu familia y darles la noticia. Te acabo de firmar con los Texas Rangers”, rememora. “Me quedé sin saber qué responder, hasta que recapacité y solo le di las gracias. Mi mamá escuchó, me abrazó y con lágrimas en los ojos me dijo: lo lograste, hijo mío. Estoy orgullosa de tu esfuerzo y entrega”.

El inicio de un talento del béisbol cubano

En cuenta de 2-2, continúa “faja’o” en el cajón de bateo. No hay outs. Hombres rápidos ocupan la primera y segunda almohadilla. Un novel y corpulento pelotero de los Cocodrilos de Matanzas tiene en sus muñecas la posibilidad de poner a los suyos por delante en el marcador, en un choque que marcha ya por el onceno inning. Apenas tiene 18 años y se llama Danell Figueroa.

El estadio Calixto García presiona. Miles de aficionados apoyan a su lanzador de los Cachorros de Holguín. El pícher vigila constantemente la segunda base. Se decide a lanzar y Danell conecta una línea entre el jardín central y el derecho. Limpia las bases. Su primer hit, su primer doble, sus dos primeras carreras impulsadas. Responde el novato.

El duro camino de un prospecto cubano para firmar con una franquicia de MLB

Dice Isabel Allende, en su libro Mi país inventado (2003), que “el exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las oportunidades a su alcance”. Quizás, sin saberlo, miles de migrantes cubanos han apostado en los últimos dos años por esta premisa.

Danell Figueroa, receptor matancero, hoy con 19 años, apostó por este camino. Lleva un año en República Dominicana. Él, como muchos otros de su edad, persigue un sueño: jugar en la MLB. Este país caribeño se ha convertido en el refugio predilecto para los jóvenes talentos del béisbol cubano.

Él cuenta que lo más difícil fue separarse de su familia.

“Decidí venir para República Dominicana con el objetivo de firmar. Fue un proceso que resultó difícil. Tuve que dejar atrás todo por lo que había trabajado y logrado hasta esa fecha. Salí por vía legal, en avión”, explica.

¿Cuánto cambió el Danell Figueroa que jugaba con Matanzas al que se prueba hoy en República Dominicana?

Desde mi llegada, en lo personal mi vida cambió. Son varias horas al día dedicadas a los entrenamientos, después el gimnasio y en las noches, hay que descansar para estar listo al día siguiente. No hay tiempo ni pensamientos para otros temas personales.

En lo profesional, debido a los entrenamientos personalizados, el gran número de repeticiones y la buena preparación, he mejorado mi físico como atleta, he ganado en poder y perfeccionado la técnica de bateo.

En la defensa tuve que asimilar y perfeccionar los cambios actuales dentro de las técnicas del receptor profesional. Tuve que poner mi mayor esfuerzo y concentrarme para tener un asentamiento lo más rápido posible, pues mi posición es de las más complejas a la hora de buscar una firma.

***

A Danell Figueroa, el béisbol le viene de cerca. Su padre, según cuenta, solía jugar con él desde pequeño. Comenzó con cinco años, en un área especial.

“De las categorías inferiores recuerdo mi participación en los Nacionales del sub-12. Ahí quedé subcampeón y campeón por dos años consecutivos. En el sub-15, por mis resultados, fui seleccionado para formar parte del equipo Cuba y participar en el Panamericano en México”, dice.

¿Por qué receptor? ¿Qué es lo que más disfrutas y lo que menos de esta posición?

Todo surgió por una casualidad. Llegué tarde a un entrenamiento y ese día había un juego entre nosotros mismos. Solo quedaba la posición de cácher en mi equipo y nadie la quería. Sentí curiosidad y deseos de jugar. Me puse los arreos y, hasta el día de hoy, solo me he dedicado a estar detrás del homeplay.

Comencé en los jardines, después me pasaron a tercera base. Pero lo que más disfruto de ser cácher es que siempre estoy activo durante el juego, pendiente a todo lo que sucede, y confundir a los ampayas. Lo menos que disfruto son los golpes.

En los últimos años, varios de los mayores prospectos de la receptoría cubana han desfilado por los Cocodrilos de Matanzas. Figuras como Ariel Martínez y Andrys Pérez hicieron el Cuba al Clásico Mundial. También está tu caso. ¿A qué crees que se deba este fenómeno en Matanzas? ¿Algún trabajo en específico? 

En Matanzas, desde las categorías inferiores, se viene realizando un buen trabajo en la receptoría. Se cuenta con buenos receptores que hoy se desempeñan como entrenadores, los cuales te transmiten sus conocimientos, sus experiencias, sus detalles positivos y negativos vividos en la receptoría.

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¿Cómo recuerda Danell Figueroa su paso por la Serie Nacional? ¿Cómo llega a los Cocodrilos de Matanzas?

A pesar de haber sido por un corto tiempo, me sirvió para aumentar mi disciplina y entrega como atleta, y nutrirme de las habilidades y sabidurías de los entrenadores y de las experiencias de mis compañeros.

Debuté frente al equipo de Santi Spíritus, cuando conecté un batazo de fly que fue fildeado próximo a la cerca en la zona de seguridad.

Llegué a los Cocodrilos como invitado para apoyar en los entrenamientos estando aún en los Juveniles y con el paso de los días llegué a estar entre los 40 seleccionados para el Equipo de los Cocodrilos de Matanzas de la Serie 62.

En marzo del año pasado decidiste emigrar. Tomas la decisión de irte por la ruta de Republica Dominicana con el objetivo de intentar firmar con una organización de MLB. ¿Qué es lo que más extrañas de Cuba? ¿Llevas contigo algún objeto de valor desde Cuba que tenga un significado especial para ti?

Lo que más extraño de Cuba primeramente es mi familia, mi vida cotidiana, mis amistades, los profesores docentes y del béisbol.

No tengo conmigo ningún objeto personal, solo mi madre. Ella vino a acompañarme en este duro proceso.

¿Qué diferencias has podido notar entre el béisbol de la Serie Nacional y el profesional que se juega afuera de la isla? ¿Tuvo que cambiar Danell Figueroa su forma de jugar?

A mi modo de ver, este es más organizado, más independiente. Más exigente también en el cumplimiento de las reglas propias del beisbol. Exige mucha preparación.

No he tenido que cambiar mi forma de jugar, porque en Cuba desde las categorías inferiores te enseñan el ABC del béisbol, solo debemos perfeccionarlo y adecuarlo a las exigencias del profesional y más moderno.

¿Cómo funcionan los agentes y scouts en República Dominicana?

La función de los Agentes en este proceso es prepararte, entrenarte y acercar tus habilidades al más alto béisbol. Cuando, por su experiencia, consideran que estás ready, organizan eventos de showcase, juegos y presentaciones ante los diferentes scouts.

Ellos tienen como objetivo, según las necesidades y exigencias de la organización a la que pertenecen, valorar tus habilidades. Según los resultados, llegan a un acuerdo de firma entre el agente, el scout y la Dirección del Equipo.

Todo atleta que practica el béisbol sueña con jugar o llegar un día a estar dentro del más alto nivel profesional y ser un jugador de Grandes Ligas. Yo no soy la excepción.

Dentro de las complejidades que he atravesado, está la de tener que dejar el país y pasar a República Dominicana para poder lograrlo. Aquí resulta más difícil. Estás lejos de la familia, dejas tus costumbres, te enfrentas a otra cultura, a otras exigencias. Esto lo debes superar en un corto período de tiempo, para lograr tu sueño.

En menos de 12 meses. lograste firmar con los Texas Rangers.

Fue un arduo trabajo, enfocado desde el primer día. Cuando firmé, sentí que había logrado mi primer objetivo, con mucho sacrificio, entrega y dedicación. No hay tiempo para otras necesidades o gustos.

Al principio no lo creía. Se pasa mucho trabajo, en verdad, y es complicado lograrlo. Somos muchos detrás de este sueño.

¿Ya estás insertado en las Menores? ¿Cómo es este sistema? ¿Cuál es tu rutina diaria?

Si, estoy insertado en las Menores, con un sistema de entrenamiento organizado, con mucha disciplina y muy estricto. Esto te obliga a cumplir muy bien los fundamentos del juego en el terreno de pelota.

Mi rutina diaria varía según en el momento que estemos de preparación. Por lo general se entrena bateo, defensa y el gym en las mañanas, en las tardes se descansa y damos clases de inglés.

¿Qué retos has enfrentado viviendo allá?

El único ha sido el de mejorar cada día más en los entrenamientos, profundizar en las técnicas de defensa y en el físico para lograr la atención de una organización.

¿Qué dijo tu familia sobre tu firma con una organización de MLB?

Se pusieron muy felices. Saben cuánto me gusta jugar pelota. Voy a tener la oportunidad dentro de la organización de hacer lo que he soñado desde niño, esforzarme y entregarme para tener buenos resultados y lograr ir avanzando hasta llegar a formar parte del más alto nivel en el béisbol.

¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué es lo que más echas de menos de Cuba?

Quiero llegar a formar parte del equipo grande de la organización. La idea es escalar por los resultados, por mi esfuerzo día a día.

De Cuba extraño mi vida cotidiana, mis profesores, mis amistades, los vecinos y, sobre todo, mi familia. Ellos están muy contentos con mis resultados hasta el momento.

¿Cómo es la vida de ustedes en República Dominicana?

En el tiempo que llevo aquí no he tenido mucha vida social. He estado enfocado en los entrenamientos diarios por las mañanas, en el gym en las tardes y el descanso en las noches.

Ahora estoy todos los días en el complejo y los fines de semana descanso.

Vivo en un apartamento con mi madre. Tenemos lo indispensable para estar bien. La vida aquí es bastante tranquila, aunque debemos tener cuidado por las situaciones propias de la delincuencia.

¿Qué te ha gustado de República Dominicana? ¿Te has adaptado a vivir allá?

En verdad, no he tenido mucho tiempo, ni los medios para explorar, visitar o pasear por los bellos lugares de este país. Sé que sería muy agradable y relajante, pero aún no ha llegado ese momento.

No me ha gustado el nivel de violencia, los atracos e inseguridad se ha incrementado, según la misma población en estos tiempos.

No puedo hablar de adaptación, por el corto tiempo y la poca vida social. Aún extraño mis costumbres y mi vida en Cuba.

A tu corta edad, eres un destacado prospecto del béisbol cubano, ahora en insertado en el panorama internacional. ¿Cómo te ves en 5-10 años?

Me veo insertado en las Grandes Ligas. Me estoy preparando. Estoy enfocado en tener buenos resultados y poder ascender rápido. Ese es mi objetivo actual.

¿Cómo fue la experiencia con la camiseta del equipo Cuba en categorías menores?

En la categoría sub-15 tuve una bonita experiencia cuando participé en el Panamericano en México. No era titular, pero salí a defender y bateé para .333 en 3 turnos al bate oficialmente un hit y 4 BB.

¿Qué problemáticas le ves al béisbol cubano en la isla? ¿Qué crees que debe cambiar la Serie Nacional y cuál es tu visión sobre el torneo?

Hay que darles más atención a las categorías pequeñas. De ahí sale la base del béisbol. Debemos actualizarnos con el béisbol moderno. En este deporte, todos los días hay algo nuevo. En cuanto a la Serie Nacional, deberían buscar una alternativa para que los jóvenes puedan desarrollarse. El salario es muy poco para ser el nivel más alto.

Para finalizar, tras la participación de Cuba en el V Clásico Mundial de Béisbol con varios peloteros que hoy residen en el exterior, e incluso juegan en MLB…. ¿Te gustaría en un futuro representar a Cuba en un evento de este tipo?

Sería un honor para mí, después de avanzar en el más alto nivel del béisbol profesional, representar a mi país en cualquier evento. Espero algún día tener esa oportunidad.

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