Las grandes temporadas de los atletas suelen tener un buen premio. No es diferente el caso del brasileño Alison Dos Santos, quien lideró todo el año los 400 metros con vallas y, además, conquistó ayer el título mundial del evento en la mítica pista de Hayward Field.

En una carrera junto al campeón olímpico Karsten Warholm y el subcampeón Rai Benjamin, Dos Santos cruzó la meta con un récord para el campeonato de 46.29 s y destrozó su propia plusmarca sudamericana. Esta fue, la tercera ocasión en que un latinoamericano se lleva el cetro mundial en los 400 metros con vallas, pues el dominicano Felix Sánchez lo hizo en las ediciones de 2001 y 2003.

Dos Santos, de solo 22 años, cuenta con un palmarés que ya incluye un título panamericano, una medalla de bronce olímpica y el reciente lauro mundialista. El estadounidense Rai Benjamin finalizó en el segundo puesto con 46.89 s.

La sorpresa de la jornada recayó en la ausencia del campeón olímpico y recordista mundial, Karsten Warholm, en el podio. El noruego arrancó con unos 300 m impresionantes, sin embargo, perdió fuerzas en la recta final y culminó en la quinta posición. Warholm no perdía una carrera de 400 metros con vallas desde el 8 de septiembre de 2018. El local Trevor Bassitt se agenció el bronce con 47.39 s.

Otro récord para el campeonato cayó en Eugene, Oregon, específicamente en el lanzamiento del disco masculino. El esloveno Kristjan Ceh otorgó la primera medalla de oro su país en el certamen con un tiro de 71.13 m. De esta manera, Ceh aumentó la racha de campeones europeos en el disco, pues, desde 2011, el ganador siempre ha sido del mencionado continente.

En tanto, Lituania evidenció su desarrollo en el disco y se adjudicó las medallas de plata y bronce. El jovencito Mykolas Alekna, hijo del bicampeón mundial Virgilijus Alekna, lanzó 69.27 m; mientras que el campeón mundial de 2017, Andrius Gudzius, se llevó el metal bronceado con 67.55 m.

La gran sorpresa de este evento fue la actuación del campeón mundial de 2019 y campeón olímpico, Daniel Ståhl, de Suecia, quien finalizó cuarto con 67.10 m.

Por otro lado, la australiana Eleanor Patterson sorprendió y ganó la prueba femenina de salto alto, con lo cual igualó el récord de Oceanía de 2.02 m. Patterson vivió la mejor secuencia de su vida como atleta y desplazó a la ucraniana y favorita, Yaroslava Mahuchikh, a un segundo puesto con más fallos. Patterson se convirtió en la primera australiana que obtiene una medalla de cualquier color en el salto alto. El tercer lugar de la prueba fue para la italiana Elena Vallortigara con 2.00 m.

Igual de sorprendente fue la actuación de Jake Wightman en los 1500 m. El británico destrozó cualquier pronóstico y derrotó al campeón olímpico noruego Jakob Ingebritsen en una carrera donde los tres medallistas bajaron de los 3:30 minutos.

Wightman, vencedor con 3:29.23, se convirtió en el nuevo líder mundial y en el segundo europeo que gana está distancia desde que el también británico Steve Cram lo hiciese en 1983. Ingebritsen finalizó con 3:29.47; mientras que el español Mo Katir conquistó el bronce con 3:29.90. Por primera vez en la historia, no hubo ningún atleta africano en el estrado de premiaciones.

En las semifinales de los 200 m hubo destaque para las jamaicanas Shericka Jackson y Shelly-Ann Fraser-Pryce, quienes tuvieron los mejores tiempos de clasificación con 21.67 s y 21.82 s, respectivamente. Además, debutaron con buen pie en los 400 mH las favoritas Sydney McLaughlin, Femke Bol y Dalilah Muhammad.

Para este miércoles, Cuba tendrá una opción sería  de medalla con Yaimé Pérez en la final del disco femenino; a la vez que Roxana Gómez estará en las semifinales de los 400 m, en un heat difícil junto a la dominicana Marileidy Paulino, la jamaicana Charokee Young y la estadounidense Talitha Diggs.

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