En la Serie Mundial de 1960 pasó lo que no podía pasar. Un equipo perdió, a pesar de conseguir el doble de carreras que su rival. Es así que los Piratas de Pittsburg, ese año, se la dejaron en los callos a los Yankees de Nueva York.

La rica historia de las Grandes Ligas y, específicamente, de las Serie Mundiales, atesora momentos espectaculares. Sin embargo, pocos pueden compararse con la final del año 1960, cuyos protagonistas tuvieron que definir en el último inning del último juego.

En el partido final, Nueva York y Pittsburgh se enfrascaron en una pelea escenificada en el Forbes Field. El juego estaba empatado a nueve entrando en la parte baja de la novena. A Bill Mazeroski le tocaba batear en ese inning, pero los nervios le hicieron olvidar salir al círculo de espera, mientras el lanzador derecho de los Yankees, Ralph Terry, estaba calentando.

“Estaba sentado en la banca pensando que los Piratas tenían que encontrar la manera de vencer a los Yankees. Olvidé que debería haber estado on-deck”, comentó Mazeroski al término del juego.

“Agarré mi casco, caminé hacia el plato y dije: ‘Todo lo que tengo que hacer es conseguir algo aquí: un hit, una línea hacia alguna parte’”.

El primer lanzamiento que vio Mazeroski de Terry fue una bola rápida alta. El receptor Johnny Blanchard, que sabía que Maz era un bateador de rectas altas, se alarmó por lo que vio. Salió al frente del plato, según Mazeroski, y le dijo a Terry que bajara la pelota. Terry bajó un poco la pelota, pero Mazeroski golpeó la pelota lo suficientemente fuerte hacia el jardín izquierdo. Cuadrangular.

El epílogo del clásico de otoño llegó de la forma más espectacular posible. Increíblemente, los Yankees doblaron en producción de carreras a los Piratas, ganaron juegos por scores de 16-3, 10-0 y 12-0, dieron 91 hits, 21 fueron de extra base, conectaron 10 jonrones, batearon para .338 de porcentaje como equipo, anotaron 55 carreras, imponiendo récord para Series Mundiales y aun así perdieron

Por décima primera vez en 14 años los Yankees disputaban la Serie Mundial y parecían indetenibles. Los bombarderos del Bronx, ganaron la Liga Americana con récord de 97 ganados y 57 perdidos a 8 juegos de ventaja de los Baltimore Orioles quienes los escoltaron, reseñó la web Pitcheos Salvajes.

El equipo de la ciudad de acero, se impuso en la Liga Nacional, compilando marca de 95-59, distanciados en 7 desafíos a su más cercano perseguidor los Milwaukee Braves.

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Imagen cortesía de Pinterest