Ser futbolista es el sueño de muchos niños de Brasil y ese fue el caso de Antônio Carlos Guimarães, más conocido en el mundo futbolero como Tuca, quien no pudo escapar del influjo de este deporte cuando era pequeño.  

Tras una extensa carrera como jugador y más de 20 años de experiencia desde los banquillos, Guimarães ayudó con su conocimiento a la selección nacional de Cuba que participó en la pasada Copa Oro, en Estados Unidos.  

Ahora más cerca del balompié cubano, después de esta experiencia, Tuca nos cuenta sobre su vida y carrera como jugador y entrenador, además de la polémica generada alrededor de la dirección de la selección nacional de fútbol de Cuba.  

“En lo personal, me muestro optimista. La perspectiva del fútbol cubano me encanta y tengo claro que es posible lograr grandes cosas. Soy un eterno soñador, pero quiero ver a la  selección cubana en la Copa del Mundo”, dice.  

A través de los años, la icónica frase “si es de Brasil, tiene que se bueno”, se repite en el mundo y pasa de generación en generación.   

“Estoy  agradecido por nacer en mi país y haber respirado fútbol desde que nací. Nací en São Paulo y empecé a jugar muy temprano, así que terminé renunciando a muchas cosas para lograr ser futbolista, pero estoy muy agradecido por todo. Inicié en el de sala, jugué al fútbol 11 de manera profesional un tiempo y luego volví al primero”, afirma Tuca Guimarâes 

Pese a que el fútbol es un gran negocio, para los nacidos en tierras del gigante sudamericano este deporte va más allá de solo una manera de ganarse la vida, pues es algo que corre por las venas.  

“El fútbol en Brasil es como una religión. Cuando nace un niño, en la mayoría de los casos, el padre ya proyecta la idea de que juegue y muchos, a los 5 años, ya están en clubes. En las calles y barrios del país es muy común verlos con un balón en los pies. Mas que un estatus social o una manera de ganarse la vida, es una pasión: el sueño de casi todos los chicos brasileños es jugar de forma profesional. Yo soñé con ser futbolista, desde pequeño me cautivó este deporte y no paré de luchar hasta lograr ser profesional”, cuenta.

Tuca Guimarães, entrenador brasileño de fútbol entrenó selección cubana
Tuca Guimarães, entrenador brasileño de fútbol. Foto: Divulgação/GE Juventus

El pequeño Antonio estaba decidido a cumplir su meta, una decisión apoyada por toda su familia, en especial su padre, que también lo practicó. 

“Desde pequeño siempre tuve una afición muy clara a este deporte y mi familia me apoyaba mucho, pues eran mi base, mi sustento. Ya no tengo a mi padre, pero aún recuerdo como siempre me acompañó. Lamento mucho que no haya estado presente en los mejores momentos de mi carrera. Él también jugó profesionalmente y eso fue determinante en mis elecciones de vida”, añade.  

Tuca Guimarães afrontó y superó muchos momentos complicados durante su carrera, pero nunca renunció a sus sueños.  

“Siempre he vivido de este deporte desde los 14 años. Momentos difíciles siempre he tenido, sobre todo, en el inicio de mi carrera, pero siempre me he quedado con el fútbol. Pese a las situaciones complejas, mi carrera deportiva nunca estuvo en dudas”, explica. 

 Tras  culminar su carrera como jugador, la vida lo llevó al sendero del estudio, algo que no tenía planeado, pero que asumió con total profesionalidad.  

No creo que sea fundamental para un entrenador que haya sido jugador, pero sin duda ayuda, principalmente, en las correcciones de tácticas individuales y la reacción ante algunas jugadas y situaciones de juego. Nunca planeé ser entrenador, en el año 2000 todavía estaba jugando, cuando recibí una invitación del Corintios para cambiar de área y ahí empezó todo. Me gustó transmitir mi conocimiento a las nuevas generaciones”, dice.  

“Como entrenador, también pasé por el  fútbol sala y estuve allí desde el año 2000 hasta el 2011, jugando en 11 Ligas Nacionales. Tuve una carrera con muchos logros, incluso, dirigí la selección peruana. En 2011, volví al fútbol 11 y allí me mantengo”, añade.  

Pese a que el espíritu del juego es uno solo, hay diferencias entre ambas modalidades, algo que impuso a Tuca Guimarães para poder crear un modelo y estilo de juego para sus equipos. 

“La migración al fútbol 11 comenzó en el año 2002. En mi primera visita a Perú, el entrenador de la selección peruana de fútbol era un brasileño, Paulo Autuori. La cercanía con su trabajo y la identificación de ideas, me hizo pensar en algún día ir al de 11 y no me arrepiento”, refiere. 

“Tuve que ser autodidacta y aprovechar todo lo que me había dado el futsal. Creé mis ideas y mi metodología, siempre teniendo en cuenta los principios del fútbol sala: mucho juego apoyado, compacto, con muchos desplazamientos determinados. 

“Defiendo el equilibrio y el juego conceptualizado, que se sustenta con la comprensión de los lugares de la cancha, y las ideas del juego. Realmente, creo que los conceptos son mucho más importantes que las plataformas. No creo mucho en un planteamiento concreto, creo en las variaciones, en el juego elaborado, pensado y en la estrategia según el momento”.  

Esa visita a Perú marcaría su vida y sería el inicio de una extensa carrera como entrenador. ¿Cómo fue esa experiencia? 

En ese país tuve dos momentos, el primero en la temporada 2002/03 y luego en el año 2008. Tuve el placer de estar en la Copa América, Gran Premio y las  Eliminatorias. Creo que me brindó herramientas necesarias para aumentar mi capacidad. 

Después de más de una década dedicada a entrenar,  en el año 2016 se le presenta la oportunidad de dirigir en la Serie A, máxima categoría del fútbol brasileño. ¿Cómo asume este reto?  

Llegué al Figueirense a principios de año como ayudante del club y tras el paso de algunos entrenadores, tuve el chance en la Copa Sudamericana y Serie A y terminé siendo contratado como técnico del más alto nivel. 

Fue una experiencia increíble para mí, pasé un año compitiendo en los torneos más importantes de Brasil, trabajando con atletas de primer nivel y campeones de liga: la forma en que se aceptó el trabajo me dio mucha confianza para caminar. La exigencia fue muy fuerte, pero al final ese es el sueño de cada entrenador, dirigir al más alto nivel. 

Lorenzo Mambrini: “inventan historias para destruirme, pero soy alguien transparente”

Antes, muchos futbolistas jugaban toda su vida en Brasil, pero ahora, solo piensan en llegar a Europa. ¿A qué se debe esto? ¿Ha descendido en la calidad del Brasileirao? 

Los tiempos van cambiando y cada cual traza su futuro según lo que cree mejor. No creo que la liga haya perdido calidad, esta es una cuestión que trasciende los temas futbolísticos. La relación dólar/real se complica cuando hablamos de una propuesta para Europa. Muchas veces la decisión está marcada por los temas económicos. 

Brasil sigue siendo una cantera inagotable de futbolistas, una potencia, sin embargo,  el título mundial se ha hecho esquivo por dos décadas a pesar de tener grandes jugadores y equipos. ¿Qué le falta para ser campeón nuevamente?  

Este es un tema muy complejo, pero creo que durante demasiado tiempo apostamos por nuestros talentos individuales y sus poderes resolutivos, sin importarnos mucho el juego en general. Mientras tanto, el mundo iba evolucionando y no nos dábamos cuenta, al punto de que Marruecos fue semifinalista del Mundial. Creo que el juego ha evolucionado mucho y aunque los valores individuales siempre son importantes, debe primar la idea colectiva. 

¿Qué diferencias observas entre el nivel del fútbol  sudamericano y el de la región de CONCACAF? 

El nivel de Sudamérica es más fuerte, hay equipos con más historia y mejores jugadores, pero CONCACAF ha crecido mucho. Hay mucho avance, la inversión que está haciendo la MLS con la llegada de Messi y Busquets, sin dudas, se extiende mucho por todo el continente y termina por hacer que todos los países se organicen. 

De la misma manera, creo que Cuba puede dar la sorpresa en el continente en muy poco tiempo. Se puede hacer un buen trabajo con el gran material humano que poseen. Se le pueden materializar muchos sueños al país en lo futbolístico, todo depende del empeño y el trabajo. 

A nivel nacional e internacional tuvo mucha repercusión su integración y apoyo a la selección nacional de fútbol de Cuba. ¿Cómo se produce este vínculo? ¿Qué labor o función tuvo exactamente con el equipo? 

El vínculo con Cuba comienza a través de las Federaciones, luego me comentan la idea y me pareció bien. De hecho,  tuvimos un primer momento contra Uruguay y luego en la Copa Oro.  Me gustó mucho todo lo que vi, creo que están decidiendo con la gente aquí en Brasil cómo vamos a seguir: para mí sería un sueño pelear juntos  por un lugar en el Mundial de 2026.   

En el equipo ,trabajé como coordinador técnico. La función que reali está directamente ligada al juego y al entrenamiento, creando un patrón de comportamiento táctico, segmentando el trabajo y estimulando los componentes del juego en forma de entrenamiento. Todo ello, para ser aplicado en el terreno de juego. 

Con los muchachos, entrenábamos mucho y hablábamos de fútbol todos los días. El horizonte del fútbol cubano es muy prometedor y hay muy buenos jugadores. 

¿Cuál fue la primera impresión al ver al equipo? ¿Qué aspectos positivos y negativos vio en el mismo?  

La primera impresión fue muy buena, fui muy bien recibido por todos y me sentí muy cómodo. Participar en este proceso de evolución es un gran placer. Empezamos hablando mucho del proceso defensivo, sin dudas, es la base de cualquier trabajo y donde más hay que corregir. 

¿Qué diferencias encontró entre el trabajo de los entrenadores cubanos y el que se realiza en Brasil? ¿Cómo fue su relación con el entonces entrenador cubano Pablo Elier Sánchez?  

Todo lo que viví durante este período es muy poco para evaluar a los entrenadores cubanos, en general, creo que aquí en Brasil el intercambio de información es mayor, y creo que poner la tecnología en función del deporte ayudará más a Cuba en su evolución. El profesor Pablo Elier es una gran persona y nuestra relación fue buena. Tengo mucho respeto por él, quiero ayudar de la mejor manera a Cuba, con lo que sea mejor para la selección: siempre estoy a su disposición. 

Muchos pensaron que usted podría ser el nuevo director técnico de la selección nacional. ¿Se lo llegaron a proponer en medio de la Copa Oro o en algún otro momento? ¿Le gustaría en un futuro no muy lejano dirigir la selección nacional de fútbol de Cuba? 

Creo mucho en procesos, sé respetar cada paso del trabajo. Es una cuestión interna, mi idea es ayudar de la mejor manera, hacer lo mejor por el fútbol en Cuba. Estoy dispuesto a colaborar siempre y ayudar. 

Si asumiera con la absoluta de Cuba. ¿Qué cambiaría después del roce que tuvo como coordinador? 

Creo mucho en procesos y la evolución puede llevarte muy lejos, la organización y la planificación sin duda pueden llevarte a tener buenos resultados. No hay formas de analizar un proyecto desde un único punto de vista, pues las mejoras tienen que ir juntas en todos los aspectos, día tras día. Cuba tiene buenos jugadores y físicamente son muy buenos, la cosecha de deportistas sub-20 también puede ayudar mucho en este proceso. Los que conocí me encantaron y quisiera mucho tener la oportunidad de conocer a los otros de la selección sub-20 y poder trabajar con ellos. 

¿Qué opinión le merecen los resultados de Cuba en la Copa Oro? 

Tuvimos algunos problemas en el camino que nos estorbaron un poco. Mientras estábamos completos contra Uruguay y Guatemala jugamos dos partidos a un nivel muy alto, me quedo con eso. No repetimos la actuación que se vio contra Uruguay porque perdimos algunos atletas en la caminata, y eso interfirió y afectó un poco a lo interno del equipo. 

¿Qué le falta al equipo cubano para dar el gran salto a nivel internacional? 

Me quedé sorprendido con la calidad que encontré, estoy muy seguro de que es posible traer muchas alegrías al país, pues el fútbol hace cosas maravillosas. Cuba debe seguir trabajando duro, evolucionando dentro y fuera del campo y entendiendo que es un proceso, siempre planificado y realizado.  

¿Por qué ahora no se encuentra con el equipo?  

En está convocatoria  todavía no me han llamado, pero como decía, las conversaciones son entre federaciones. 

¿Cuán necesario es para este deporte que se profesionalice en Cuba?  

No tengo mucha propiedad que decir sobre el proceso de profesionalización, pero creo que es un camino natural para la evolución del deporte en el país. Reitero que el material humano en Cuba es muy valioso. 

En el mundo entero, las Federaciones de Fútbol tienen su funciones bien definidas. En el caso de la de Brasil, ¿cómo funciona?  

Las federaciones se encargan de  organizar, planificar, dar estructura a las competiciones, en definitiva, gestionar el fútbol del país. Son los indicados para resolver los problemas. Aquí apostamos mucho por la superación de los entrenadores, tenemos la ACADEMIA CBF aquí en Brasil, trabajando con CONMEBOL, que es donde hice y actualicé mi licencia y así se hace con otros entrenadores. 

En Cuba, los federativos deciden y manejan los contratos de los futbolistas ¿Es correcto esto? 

Siendo sincero, hay cuestiones culturales en este caso. Necesito entender mejor cómo funciona el fútbol en Cuba para poder dar una opinión sobre este tema. 

¿Qué sueño le queda por cumplir?  

Me muesto optimista, la perspectiva del fútbol cubano me encanta y tengo claro que es posible lograr grandes cosas. Soy un eterno soñador, pero  quiero ver  a la  selección cubana en la Copa del Mundo. 

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre? 

Vivo el fútbol intensamente y cuando no estoy trabajando, estoy disfrutando de mi familia. Es como un ciclo: no puedo estar sin ninguna de las dos partes. 

¿Qué podemos esperar de usted y del fútbol cubano para un futuro cercano? 

Los cubanos y los brasileños son muy similares en términos de receptividad y afecto por los demás. Estoy seguro de que  disfrutarán del fútbol ​​y este deporte  traerá un gran orgullo a Cuba. El fútbol está lleno de desilusiones y alegrías, pero siempre trato de alabar los buenos momentos. Esta profesión  y la vida en general,  está guiada por decisiones en todo momento: a veces acertamos y a veces nos equivocamos, pero lo más importante es nunca perder nuestras convicciones. Si tomamos las decisiones correctas y se realiza un buen trabajo, Cuba va a salir adelante en el fútbol y va a mejorar.  

Mantente actualizado con Telegram y disfruta nuestras historias en YouTube

¿Quieres estar siempre al tanto de la actualidad del deporte cubano? Únete a nuestro canal de Telegram: ¡lleva a Play Off en tu bolsillo! Haz click para seguirnos: Canal de Telegram Play-Off Magazine

Historias de deporte cubano contadas con una mirada profunda a la vida personal de los protagonistas y la sociedad, Para disfrutar nuestras exclusivas suscríbete en: Canal de YouTube Play Off-Magazine.

Imágenes cortesía de Redes sociales de Tuca y Divulgação/GE Juventus