El 7 de septiembre del 2022 la Federación Cubana de Béisbol (FCB) anunció que Armando Johnson sería el mánager del principal equipo Cuba. Dentro del nombramiento, un aspecto sobresalió: el pinero tendría derecho a dos años en el puesto y después de una evaluación, podría obtener dos años más.  

Johnson comenzó oficialmente su mandato al final de la temporada internacional 2022 y la evaluación será al finalizar la campaña internacional del 2024, específicamente, cuando culmine el Premier 12, evento que se celebrará del 10 al 24 de noviembre.  

Me gusta ese enfoque porque obligas al mánager a obtener resultados en ese lapso de tiempo. Si bien para algunos analistas los dos años serían muy poco para consolidar un proyecto, piense en lo siguiente: dirigir una selección no es igual que un conjunto de una liga profesional, en la mayoría de los torneos importante tienes un equipo listo para competir (lo vimos en el pasado Clásico Mundial).  

En la columna de hoy, trataremos de evaluar el trabajo de Armando Johnson en su primer año, para ser lo más justo posible. Observaremos el rendimiento de Cuba en los cinco eventos que ha dirigido y después sacaremos nuestra conclusión. Sin más, comenzamos.  

Primer evento: cuarta edición de la Copa del Caribe (se jugó del 4 al 11 de diciembre 2022) 

Terminamos la fase de grupo con tres victorias y una derrota contra Puerto Rico. En la semifinal, derrotamos (4-2) a Curazao y finalmente, volvimos a perder contra los boricuas en el partido por la medalla de oro (9-4). En general, los puertorriqueños no superaron en carreras (15-4) en los dos juegos.  

En la ronda de clasificación dejamos una línea ofensiva colectiva de .240/.398/.298 en 121 veces al bate. El picheo lanzó para una efectividad de 3.25, pero el punto en contra fue que otorgó 26 bases por bolas en 36 entradas. El daño no fue tan grande porque los contrarios batearon para .208, mientras se ponchaban 32 veces.  

Fue la segunda final seguida que perdíamos en una Copa del Caribe y, por ende, no era un buen resultado para Armando Johnson, aunque tampoco se puede catalogar como una mala actuación. Obviamente, un cuerpo de dirección no quiere comenzar así.  

Resultado: Segundo lugar.  

Cuba se mantiene, pese a debacle panamericana: ranking mundial de béisbol 

Segundo evento: Clásico Mundial de Béisbol (se jugó del 8 al 21 de marzo del 2023) 

Después de cinco años de ausencia, el principal torneo de selecciones del béisbol tuvo un gran regreso. Para Cuba, fue una competición histórica no solo por el resultado, sino también porque que fue la primera vez que contó con peloteros que jugaban en las Grandes Ligas (MLB).  

A pesar de que no estuvieron todos los cubanos que quisiéramos, ya sea por reglamento del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) o por decisión de la dirección del equipo, sin las figuras que se reclutaron para el evento hubiese sido imposible llegar tan lejos.  

También, algo a considerar fue la preparación. Primero se jugaron partidos contra equipos del Béisbol Profesional Japonés (NPB) y después contra conjuntos de la Liga Profesional de Taiwán (CPBL). Eso hizo que algunos jugadores llegaran en una mejor condición física al Clásico, algo parecido hizo Japón.  

En la competición, Cuba comenzó perdiendo los dos primeros juegos contra Italia y Holanda lo que la dejaría en una posición difícil. No obstante, la ofensiva logró hacer click en el momento oportuno y vencieron a Panamá y a Taiwán consecutivamente para obtener la clasificación. En esos dos juegos, la ofensiva cubana anotó 20 carreras y solo admitió cinco.  

En los cuartos de final, el conjunto antillano bajo la guía de Armando Johnson logró derrotar a Australia (4 x 3) para llegar por segunda vez en su historia a una semifinal. En la semifinal, soportamos una abrumadora derrota de (14-2) ante Estados Unidos. A pesar de la imagen que dejamos en aquel juego en el Loan Depot Park, había algo muy claro, habíamos sobrecumplido; de estar casi eliminados saltamos al primer lugar del grupo y después nos colamos entre los cuatro mejores.   

La ofensiva terminó con un promedio colectivo de .311 y con el noveno mejor OPS del torneo .795. El picheo no estuvo bien, con una efectividad de 5.09 con un WHIP de 1.40, pero, sin los refuerzos hubiese estado peor. Roenis Elías lanzó un buen juego en la fase de grupo y después relevó contra Australia; por su parte, Miguel Romero fue el mejor lanzador del equipo.  

Ese sería el mejor resultado de Cuba en un evento internacional desde el segundo lugar que se logró en la primera edición del Clásico, al mismo tiempo, marcó el camino que debemos seguir si queremos continuar compitiendo.  

Resultado: Cuarto lugar.  

Adiós a la base: salió de Cuba la mayoría del equipo subcampeón del Mundial sub-15

Tercer evento: Centroamericanos (del 24 al 1 de julio, la competición de béisbol) 

Sacar una conclusión sobre los Centroamericanos tiene un poco de riesgo, específicamente, porque no se jugó la final contra México debido a la lluvia y los mexicanos fueron declarados campeones porque habían tenido un mejor desempeño.  

En la fase de grupos perdimos con México (4×0) y Puerto Rico (5-4); después, terminamos ganando tres juegos seguidos para clasificarnos a la final. De manera general, los bateadores cubanos registraron el mejor average del torneo (.388), el mejor slugging (.582) y sumaron la mayor cifra de carreras (54) con diferencia.  

De las cuatro participaciones que hemos tenido en Centroamericanos en el presente siglo, en esta llegaron uno de los mejores resultados ofensivos: logramos el mejor promedio de bateo y slugging en ese lapso. Para tener una idea, en las dos ediciones anteriores (2014 y 2018) conectamos seis jonrones en 12 juegos, en esta ocasión, conectamos cinco en siete.  

Los lanzadores también obtuvieron un buen resultado, pues se quedaron con la segunda mejor efectividad (2.43) y con el tercer mejor promedio de bateo en contra (.274). La relación de ponches (46) y bases por bolas (19) fue decente. Por último, la defensa cometió un solo error y fue la mejor del torneo.  

Resultado: Segundo Lugar 

Copa del Caribe (Se celebró del 1 al 8 de octubre la competición de béisbol) 

Después de perder dos finales seguidas, Cuba logró su primer título en la Copa del Caribe. Esta vez no hubo sorpresas, el conjunto antillano era el mejor de los cuatro que participaron y lo demostró en el terreno. Terminaron invictos (4-0) y derrotaron a Curazao en la final con pizarra de (5-3).  

Los antillanos anotaron 22 carreras y solo admitieron cuatro, terminaron con el mejor OPS de la competencia por amplio margen (.927) y el picheo logró la mejor efectividad (1.04) y WHIP (0.56). Se dejó una relación de 32 ponches y solo dos bases por bolas en 27 innings. La defensa solo cometió una pifia.  

La FCB presentó la base del equipo que iba a jugar en los Panamericanos, por lo que el torneo sirvió como una preparación para la última competencia del año. También, al igual que los Centroamericanos, la Copa del Caribe acortó su calendario por las lluvias.  

Resultado: Primer lugar.  

Juegos Panamericanos ( se celebró del 18 al 28 de octubre) 

El conjunto cubano llegaba como uno de los favoritos a los Juegos Panamericanos, incluso, antes de la competencia lo proyecté como el róster mejor armado de su grupo. Esta, era la prueba final del año para Armando Johnson y para su selección, era el momento oportuno para cerrar una gran temporada.   

En el primer juego vencimos a Colombia (4-3) y todo parecía ir viento en popa, en el segundo. Después de tener una ventaja de 3-0 contra Venezuela, perdimos el choque (6-5). En el tercer partido, caímos 4-2 ante el conjunto de Brasil y después de eso, ni siquiera nos salvó el TQB, la fórmula que usa la Confederación Mundial de Béisbol y Softball para determinar clasificaciones en sus torneos.  

La ofensiva cubana solo produjo 15 carreras, la segunda menor cantidad, pero, en parte, lo que más afectó al conjunto fue el bateo oportuno: dejó a 25 corredores en las bases y el average con corredores en posición anotadora fue anémico (.143).  

Por otro lado, Carlos Juan Viera no pudo aportar como se esperaba al staff y en general, el bullpen no hizo un gran trabajo. El puente entre el abridor y el cerrador nunca se estableció. Hay cosas que se le escapa de las manos a cualquier cuerpo de dirección. 

Finalmente, Cuba no gana unos juegos Panamericanos desde el año 2007 y a pesar de las cosas positivas que se pueden rescatar, fue una decepción para la afición. 

Resultado: Sexto Lugar.  

Conclusiones 

El primer año de Armando Johnson no fue excelente, hubo resultados que pudo manejar mejor cuando el equipo tenía grandes proyecciones, especialmente, en los Panamericanos. Ahora, es bueno entender lo siguiente: cuando diriges torneos tan cortos cualquier cosa suele ocurrir. Ejemplo de esto: Brasil llegó a una final. Conociendo eso, es difícil mantener la consistencia, por tanto, tampoco es un año malo.  

Siempre necesitamos ver una mejoría y queremos que los mánager manejen el bullpen lo mejor posible, traigan al bateador emergente en los momentos oportunos, pero, nada es perfecto. Al final hay que ponerse en el puesto de Armando, no es sencillo dirigir un juego sin un gran equipo analítico detrás.  

El punto a favor es que tuvo la dicha de dirigir a un equipo como el del Clásico, un conjunto con buenos jugadores y con gran peso histórico. Sea cual sea el destino de la selección cubana, su nombre quedará grabado en los anales del béisbol por dirigir ese torneo. 

Claro, debe seguir mejorando, especialmente en la planificación de los juegos, en el manejo del picheo, incluso, no es solo un trabajo de él, también es de su equipo técnico. Recordemos que cada aspecto cuenta, desde el entrenador que calienta a un lanzador hasta el que genera una serie de datos para el mánager.  

Armando Johnson se debe preparar para su última prueba final antes de que la FCB dictamine si seguirá en los próximos dos años (2025-2026), hasta ahora, se nota el cambio y si la estrategia de reclutar peloteros profesionales continúa, pueden seguir llegando buenos resultados. “Mandy” no es un mánager de mi preferencia, pero, no taparé el sol con un dedo: ha sido el mejor en los últimos años. 

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