Esta es la primera ocasión en la que Cuba se queda sin medallas en la Copa Panamericana Sub-21 de voleibol. Su debut en este tipo de lides fue en el año 2017, obteniendo la medalla de plata, mientras que en el 2019 se quedaban con el título.

En las categorías inferiores se trata de generaciones, y por lo que estamos viendo con esta, la pandemia le quitó tiempo muy valioso de desarrollo. La primera vez que vimos a este grupo de jugadores fue en el Mundial Sub-19 del año 2021, en el que el equipo llegó a perder con rivales como Egipto, Nigeria e India, anclando en el puesto 15 del torneo.

Los motivos, y con razón, que esgrimimos en aquel momento, se debieron a la poca o casi nula preparación de los atletas, algunos de los cuales llevaban dos años sin entrenar, y fueron llamados días antes para ir al Mundial.

Un año después, prácticamente los mismos jugadores, a excepción de dos o tres, tienen su segundo torneo internacional como equipo, y el resultado no es nada alentador. Desde el mismo inicio se pudo apreciar, cuando se perdió un set contra Haití. Los atletas llevaban meses entrenado en la escuela nacional, por lo que es momento de aceptar que esta generación va rezagada en comparación con otras.

A pesar de ser un equipo de los más altos que hemos visto, el dominio de una base del voleibol da a entender que aún no la tienen, puesto que, al parecer, algunos no rebasan ni los 5 años de haber comenzado a entrenar, lo cual, a esta edad, se paga bien caro.

Entonces, si unimos que estos jugadores perdieron dos años de pandemia, además de que están siendo captados tardíamente, o, en conclusión, mal captado, el resultado no puede ser otro que el que estamos viendo.

Siempre hay sus excepciones, como los casos de Alejandro Miguel o Bryan Camino, que con su actuación, a pesar de su estatura, hay que seguir dándole oportunidades para ver hasta dónde puede llegar.

Tampoco es la temporada definitiva para ninguno de ellos, el año que viene habrá más torneos del área, además de que aún les queda la categoría sub 23. Eso sí, tendrán que trabajar muchísimo más que el resto para recuperar el tiempo perdido.

También existen muchas más acciones, sobre todo por parte de la Federación, para potenciar estas categorías inferiores en ambos sexos. La mayoría de estos muchachos volverán ahora a la escuela nacional, y esperarán al año siguiente para disputar los 8 juegos del Campeonato Nacional Primera Categoría, para afrontar posteriormente un evento internacional

¿Habrán aprendido lo suficiente de un año a otro con ese formato y tan pocos juegos?

O también, puede pasar, que llegado el momento de salir a competir, digan que no consiguieron las visas, como le sucedió a la generación que viene justamente detrás de esta, y que no pudo asistir al Campeonato NORCECA sub 19, quienes, sin haber atacado un solo balón, se quedaron sin Mundial en su categoría.

Ahora que se tiene un equipo de nivel en mayores, en el caso del masculino, es cuando más se debe potenciar las categorías inferiores, y no a la inversa, como siempre ha trabajado la Federación Cubana de Voleibol.

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