Por muchos años, la figura de Iván López estuvo fijada en la retina y el oído de los aficionados cubanos cuando se transmitía el béisbol en la isla, junto a otras grandes figuras de la narración como Eddy Martín o Héctor Rodríguez.

El popular comentarista del pasatiempo nacional acompañó, con su voz y presencia, algunos de los más grandes momentos del deporte de las bolas y los strikes, en una época dorada que difícilmente vuelva a repetirse.

Antes de llegar a ese lugar privilegiado, su padre intentó que fuera cantante, pero él siempre amó el béisbol, aunque no pensó que fuera a convertirse en su modo de vida. Por el camino, trabajó en una fonda de joven y hasta en el Guiñol. Después, llegaron sus años de gloria asociados al juego que hace suspirar a tantos cubanos.

Tras el retiro, se suscitó una polémica que lo trajo de vuelta al debate público, cuando trascendió que cocinó chicharrones para ganarse la vida. Al respecto, afirma que no le molesta, poque ningún trabajo es deshonesto.

Con Play-Off Tv, para hablar de su vida, carrera y familia, Iván López vuelve ante las cámaras.

¿Cómo fueron la infancia y los primeros años de Iván López? ¿Cómo estuvieron ligados al béisbol?

A los 9 años tuve mi primer traje de pelota, que me lo compró mi papá un Día de Reyes. Tanto amaba al béisbol a esa edad, que dormí vestido de pelotero. Era “almendarista”. Te puedo decir, como viví aquellos tiempos también, que el béisbol es imprescindible, aunque algunos piensen lo contrario. Respeto a quien no le guste. Tengo la posibilidad de hacer la comparación porque jugué, segunda categoría, y aquí en La Habana, primera categoría. Siempre fui lanzador, no era de esos de gran velocidad, pero sí tenía buena curva y cambio. Tuve suerte de tener grandes preparadores, pues estuve en los últimos tiempos en la Universidad de La Habana bajo la dirección de Carneado, cuando él dirigió allí. Eso me ayudó en mi carrera profesional después.

¿Cómo defines al béisbol?

La pelota es uno de los deportes más interesantes que hay, la memoria juega un papel extraordinario, pues quien no tenga memoria nunca va a ser pelotero. Lo subestiman, pero es un juego complicado, que requiere mucha concentración, pues hasta el sol puede decidir un choque. Es el deporte nacional, hay que respetarlo. Pero se ha perdido el hecho de que, antes, veías a muchos niños con cuatro o cinco años vestidos de pelotero, porque los padres querían que se vincularan con la pelota, aunque eso se ha rescatado un poco en los últimos tiempos.

¿Cómo llega a La Habana?

Vine para La Habana a los 16 años, siempre me gustaba mucho la ciudad desde niño. Tuve la suerte de venir con mi padre y mi hermano, en el año 54, a un programa de televisión, como cantante. Mi padre era guitarrista en Camagüey. Él hizo lo posible para que fuéramos cantantes, pero no teníamos el talento ni las condiciones. No había descubierto que el deporte iba a ser la vida mía, aunque ya jugaba. Siempre me identifiqué con el deporte, fui corredor de fondo también, competí en primera y segunda categoría.

Iván López hizo varias cosas, desde trabajar en una fonda hasta en el Guiñol

Estoy aquí por el dueño de una fonda en la que trabajé, un español que me tenía aprecio. Tenía garantizado desayuno, almuerzo y comida, y dormía allí. Tenía 16 años. El dueño de la fonda, como lo ayudaba, me daba dos pesos a la semana, que era mucho para esa época. He tenido el privilegio de conocer el modelo capitalista y el socialista. Del capitalismo no te digo que no pueda tener cosas buenas, eso no se puede negar, aunque también tiene cosas que no son las mejores.

También soy graduado de la primera escuela para Instructores de Arte, en la sección de teatro. Eso me ayudó para perder el miedo escénico, no lo tengo. Estuve en un programa que me dio popularidad y en el cual aprendí mucho, que fue la Esquina Caliente, con Bobby Salamanca.  

¿Cómo llega al periodismo?

Matriculé en la facultad de Periodismo, hice las pruebas de ingreso y pasé. No me arrepiento, porque me ha dado la posibilidad de conocer mucho y entrevistar a grandes figuras. Todavía salgo a la calle y la gente me para y me pregunta. Siempre quise ser periodista deportivo, aunque fui actor de teatro, de guiñol, profesión que respeto mucho, porque es un muy bonita. Pero mi vocación era el deporte, me gustan todos, pues tienen su encanto. Aprendí con esta profesión que no se puede ser fanático, no puedes cegarte: debes ver las cosas como son, pues el fanático solo ve lo que le conviene.

Hablemos de Eddy Martín y Héctor Rodríguez. ¿Cómo llega Iván López al terreno junto a ellos y cómo nace el tema de la “meteorología” en los juegos?

Eddy fue el hombre que me formó como periodista, no solo a mí, sino a muchos jóvenes. Era fantástico, tuve ese privilegio de estar al lado de Héctor Rodríguez y Eddy Martín. Hablar con ellos era siempre una enseñanza. Yo estaba en Juventud Rebelde y me llamaron un día para hacerme la propuesta para trabajar junto a ellos, en el terreno. Tuve el privilegio de tener cerca a grandes como Eddy, Héctor o Bobby Salamanca.

Lo de la meteorología surgió por casualidad y se quedó. Fue en Ciego de Ávila, pues en el terreno, yo en ocasiones fastidiaba mucho a Eddy y Héctor. Eso fue natural, por eso prendió. En este tipo de trabajos tiene que brotar así, no puedes hacerte de frase hechas.

Me eligieron para el trabajo del terreno porque yo conocía de pelota, como me dijo Eddy Martín, y eso fue muy importante para mí. Lo disfrutaba mucho, no lo sentía como un trabajo. A veces les daba pie a ellos a que hicieran un comentario, incluso, les iba en contra para provocar el debate. Tuve el privilegio de tener cerca a grandes de narración. La época que nos tocó en la pelota fue muy buena, tengo el orgullo de decir que, por mis manos, como periodista, pasaron grandes estrellas, incluso alguno que están en Grandes Ligas, como los Gurriel. También, de seguir la carrera de algunas de esas grandes figuras, como Marquetti.  

¿Ha perdido calidad la pelota cubana?

Digo que la pelota no ha perdido calidad, la sigue teniendo, lo que ocurre es que muchos peloteros -que eso antes no pasaba- están emigrando. Un pelotero se forma y cuando se te va, perdiste el trabajo de unos cuantos años. Si tienes un hijo que tiene la posibilidad de contratarse en una liga profesional por las condiciones que tiene, por supuesto que lo aprovechas. El gobierno debía tener un poco, en ese sentido, de no mezclar el tema con la cosa política: si hay peloteros que juegan aquí, y tiene posibilidades de jugar allá y luego volver, que los dejen.

¿Necesita Cuba una liga profesional?

Creo que sí, Cuba necesita una liga profesional. La pelota profesional tiene mucha calidad, pero hay que ver cómo incorporas todo eso que viene con esta. Incluso, hay que ver el tema de los salarios, que son importantes. Dicen, “pero es pelotero”, sin saber. Cualquiera no es pelotero y tiene talento y condiciones, lo mismo que un artista plástico. El talento, en cualquier circunstancia, hay que reconocerlo y pagarlo.

El factor económico, ¿cuánto influye?

Los tiempos han cambiado y la mentalidad debe cambiar también. Si un pelotero quiere jugar como profesional, que vaya y que juegue. Con respecto a esas cosas no se puede pensar que sean dañinas, hablar de que si el capitalismo, de que si esto: no se puede mirar el asunto de esa forma. Ser pelotero es una profesión: el talento y la calidad hay que pagarlas. Por ejemplo, siempre estuve en contra de que las entradas de los estadios costaran un peso, que fueran tan baratas. ¿Cómo una salida al estadio va a costar tan poco?

El juego de pelota demora y eso hay que pagarlo. Quizá no se pueden usar anuncios publicitarios como Coca Cola en los estadios, pero hay otros que sí se pueden usar, como de empresas cubanas. Fidel Castro dijo que el deporte era derecho del pueblo, pero se refería a la práctica, ese es el derecho. Pero el tema del pago no tiene nada que ver con que practiques y tengas acceso. Dentro de los estadios, por ejemplo, los que venden que sean privados, como eran antes. Que haya buen servicio, porque ir al estadio es una salida.

¿Nos falta darles promoción a esos peloteros que están afuera y están brillando?

Claro, lo que pasa es que no quieren mezclarlos. Son cubanos y se formaron aquí. Empezó a jugar pelota con 9 años, en la Ciudad Deportiva. Que vengan, además, que compartan aquí, pues lo sienten. Como periodista he comprobado eso, cuando haces un equipo con peloteros de varias provincias es una familia.

¿Qué cree Iván López de las trasmisiones actuales?

No me gustaría hablar por un problema ético, pero hay que estar un poco más enfocado en la calidad de la pelota que se está jugando. Es otra generación también. Recuerdo que iba a algunas reuniones en el Comité Central, en donde nos daban instrucciones con el tema de la pelota, de algunos temas que no debían tocarse, pero con lógica. “Vamos a perfil bajo con esto”, con aquello. Hay mirarlo con óptica muy amplia, muy positiva, pero lo que no camine bien, hay que cambiarlo. El béisbol, por ejemplo, es mejor jugarlo de noche, por razones como el clima. Sé que ahora hay circunstancias, pero esos juegos a la 1 pm…

Algunos buenos recuerdos de algunas de las personalidades que ha entrevistado en estos años

Recuerdo cosas muy bonitas, por ejemplo, de Stevenson. Fue grande, en todos los aspectos. Llegó a confesarme que cuidaba la derecha, porque tenía miedo de dar un golpe y hacer más daño. De Llanuza también, como dirigente, que hizo buen trabajo. Pero hay dirigentes con cargos que lo hacen porque le dieron el carro, no porque lo lleven en la sangre.

Tuve el privilegio de entrevistar a Juan Manuel Fangio y montarme en un Mercedes Benz; aunque tenía más de 80 años, llevó el carro hasta los 220 km/h. Pude conocer a Maradona también, cuando era jugador. Conocí Villa Fiorito, a sus amigos de la infancia. Maradona era un tipo interesante. Me contó que no tenía dinero ni para un bus cuando era pobre. Pude conocer a sus amigos de la infancia. Cuando dije que era cubano, que estaba haciendo un trabajo, me atendieron.

Mi carrera la he aprovechado al máximo, en cuanto a lo profesional. Incluso, haciendo comparaciones. Este país, con todas las circunstancias y los problemas que tiene, es eminentemente deportivo, con mucho talento en muchos deportes. Cuba en el deporte sigue siendo respetada.

¿Cómo llega el retiro?

Ocurrió de forma natural, por los años, aunque sigo en Habana Radio. Pero salgo a la calle y la gente me pregunta todos los días. Tengo un programa que quiero mucho, llevo como 20 años allí.

Tiempo atrás se vivió cierta polémica alrededor de usted, pues se dijo que estaba trabajando en otras cosas

Eso fue un tiempo vendiendo chicharrones. Me sacaron cocinando en los medios, aunque esa foto no tenía que ver con los chicharrones, pues en realidad fue compartiendo en casa de un amigo. Pero sí, hice chicharrones y gané mucho dinero, gané bastante plata. Si la jubilación no me daba… Yo no pido dinero y digo que ningún trabajo es deshonesto. Tengo un retiro de 1600 pesos, por ejemplo. El hombre piensa como vive. Lo que si nunca nadie puede decir es que Iván López estaba pidiendo dinero porque le hacía falta. Me lo busco yo, honestamente.

La familia para Iván López

Con mi esposa Carmita llevo toda una vida. Ella tenía que vivir, prácticamente sola, cuando yo estaba trabajando. Nos conocimos de jóvenes, ahí están mis dos hijos. Sin ella, hubiera sido muy difícil.

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Imagen cortesía de Hansel Leyva
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