Desde el pasado año los directivos prometieron premios en metálico a los primeros lugares del campeonato nacional de voleibol, así como a los que consiguieran premios individuales. A día de hoy, ningún jugador ha recibido pago alguno, pese a las promesas del comisionado nacional de voleibol, Jorge Sosa Ferrer.

En la edición del 2022, celebrada en Sancti Spíritus, se les informó a los atletas que se les iba a pagar por los diferentes premios que obtuvieran. “Para el primer lugar eran 24 mil pesos repartidos entre los 12 jugadores, más los dos entrenadores.

Para el segundo eran $18 mil y para el tercero $11mil 200. Al final todo quedó en el aire y dijeron que no se iba a pagar porque no se pusieron de acuerdo”, cuenta Mario Rivera, atacador auxiliar del equipo de Pinar del Río en la Liga Nacional.

Para la Liga del 2023, celebrada en Pinar del Río en el mes de marzo y con una duración de tres días, reiteraron las intenciones de entregar incentivos.

“Dijeron que ahora, para el equipo campeón, eran $62 mil. Al final estuve averiguando y preguntándole al comisionado de la provincia. La última vez que hablé con él que fue el sábado pasado, y me dijo que, según Sosa Ferrer, faltaba una firma.

Sin embargo, anteriormente ya me habían dicho que no se iba a pagar la liga”, continúa Mario, quien tiene 41 años de edad y perteneció a la selección nacional entre los años 2014 y 2016, participando en los Juegos Olímpicos de Río.

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Finalmente, a ninguna de las tres provincias medallistas de las dos ediciones, ni a los premios individuales, se les ha pagado hasta el momento. “Ellos mismos dijeron que en un mes máximo iba a estar el dinero en cada provincia, y nada. Eso fue en marzo, y mira en qué mes estamos”, añadió.

Pedro Pereda Ramírez, líbero del equipo Pinar del Río, ha perdido ya las esperanzas de recibir el pago. “No han dado ninguna excusa. Todo ha quedado en que si faltaba una firma de no sé quién, que si ya estaban los papeles, pero faltaba el autorizo de alguien. Hasta ahí sabemos. En la temporada pasada fue igual, ya eso quedó en el olvido, y esta por lo que vamos será igual”.

“Lo que pasa es que dicen una cosa y los atletas se motivan, aparte de que les gusta jugar voleibol. Y en resumidas cuentas cuando llega el momento, no pasa nada”, dijo.

Pedro Pereda tiene 27 años, de los cuales ha dedicado 17 a la práctica del deporte de la malla alta. Reconoce que en la actualidad lo hace sobre todo porque le gusta, pero que eso le conlleva ciertos problemas.

“Tienes que tener economía para eso, porque los tenis cuestan, y más en estos momentos. Gastar tenis, esfuerzo, sudor, todo para darle resultados a la provincia, y al final no vez nada”.

El hospedaje y la alimentación corre por la provincia, pero el resto de gastos van por el jugador. “Te vas por ahí de competencia nacional a cualquier provincia y es un gasto que tienes que hacer, gasto duro. Todo tienes que pagártelo tú.

Ellos no te van a dar comida el día entero. Si tienes hambre o quieres comprarte un refresco, tienes que salir. Al final siempre tienes que sacar dinero de tu bolsillo”.

En la actualidad, la provincia que sea sede de la Liga Nacional tiene que usar su propio presupuesto para organizar el evento. “Antes no era así, la misma Federación era la que se ocupaba de los gastos, por la entrada de dinero que tenía de todos los contratos.

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Ahora, por ejemplo, nos vamos para Guantánamo, y sabe Dios cómo están las condiciones ahí. Ellos tienen que suplir todos los gastos”.

Yasmany Gonzáles Moreno también es pinareño, pero ha jugado las últimas ediciones de la Liga Nacional de auxiliar con el equipo de Sancti Spíritus, donde se ha sentido mejor atendido. Sin embargo, para él, el tema del dinero fue una farsa desde el mismo inicio.

“La simple excusa fue que faltaba una firma, pero yo sabía que no iban a pagarnos nada, porque cuando les preguntabas, su respuesta nunca era convincente. Pasó el tiempo, le preguntaron al comisionado, a la directiva que tenía que ver con eso, y nunca dijeron el por qué. Faltaba una firma, la firma fantasma”.

“Desde el principio fue una farsa, porque nunca salió nadie ha decirnos al menos de que posiblemente dieran el dinero pronto. Pasó el tiempo, y se juntó una liga con la otra”.

Yasmany siempre estuvo convencido de que no pagarían en la edición del pasado año celebrada en Sancti Spíritus, pero, para este año, en Pinar, lograron convencerlo.

“En la de este año, la directiva, los comisionados, hablaron con más seguridad que la vez anterior. Esta fue un poco más convincente a la hora de ellos decirnos que sí iban a pagar.

Lo mismo que la otra, pero las respuestas convencieron más. Sin embargo, nunca llegó. A todas estas ya vamos a empezar a entrenar para la liga del próximo año, y no vamos a ver el dinero tampoco”.

“Lo más malo de esto es que supuestamente la provincia se tiene que abastecer ella misma. Los gastos que haya, los tiene que hacer la propia provincia”.

Por esas fechas se celebraba en Cuba el Torneo de las Pequeñas Ligas de Béisbol en todo el país, que se realiza para menores de 12 años. “Dijeron que se había destinado todo el presupuesto que tenía la provincia para Liga Nacional de Voleibol en el evento de pelota, porque los niños con sus padres se quedaron en hoteles.

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Se había gastado todo el presupuesto. El voleibol entonces se quedó al aire. La misma directora del INDER de Pinar del Río (Daniellys Sánchez González) nos lo dijo, que no tenían presupuesto porque se había utilizado en eso”.

Para el propio Yasmany, en materia económica no afecta tanto. Como la mayoría de los que juegan la Liga Nacional, lo hace por “placer y gusto al juego, o en un futuro algún contrato. No es como en otros países que tú adquieres un capital por jugar, entrenar y resultados.

Pero motivacional sí compadre, porque te prometen algo que tú nunca has tenido, un plus para hacer algo, y de repente es una farsa. Eso te quita hasta el interés por las cosas. Hay jugadores entre nosotros mismos que dicen que no juegan más por la provincia.

No solamente porque no les hayan pagado, sino por las cosas que pasan en la provincia, siendo el deporte del año y mejor deporte colectivo. No te dan ganas de seguir fajado por ella”.

Alain Isbel Reinoso Telles es el segundo entrenador del equipo pinareño y, según él, en el congresillo técnico antes de la competencia, el tema del pago volvió a salir.

“Fue una de las inquietudes que presentaron los entrenadores. El comisionado Sosa dijo que sí, que no había problema, que serían $ 64 mil para el primer lugar, más los premios individuales. Al final todo quedó ahí. Dijo que ya estaba la autorización de Ariel Sainz, presidente de la Federación Cubana de Voleibol, con el papel firmado según él”.

Al término de la competencia, volvieron a reiterar las intenciones de pagar, pero que faltaba una firma para el cheque. “Hasta el sol de hoy nadie ha dicho nada. Según el comisionado de la provincia, le dan la misma respuesta, que esperemos”.

“Lo que uno no entiende es que con la cantidad de atletas que hay contratados en el país, bajo la Federación, cómo no pueden determinar un pago mínimo, un incentivo, para que uno por lo menos esté contento con eso”, continúa Alain, quien fungió este año como entrenador, siendo hasta hace muy poco atleta activo:

“Al final uno compite por amor al deporte, y como ve que no tiene resultados y que no se preocupan por hacer sentir bien al atleta, muchos han dejado de participar”.

“Supuestamente la Federación no tiene dinero para el apoyo de la provincia para la organización de las competencias. Ahora Pinar del Río tuvo que gestionar toda la logística para la acogida de los atletas, dónde se iban a hospedar, la comida que se le iba a dar.

El INDER tuvo que gestionar todo eso para que se lograra la competencia y no la cancelaran. Esa fue la explicación que nos dio el comisionado, así que la Federación no puede decir que pone dinero para la organización del evento”.

Alain Reinoso, como entrenador, tiene que acarrear con muchos más problemas que el impago de los premios en la Liga Nacional, lo que evidencia aún más la desconexión de la Federación Cubana de Voleibol con su deporte.

“Una vez al año la Federación da materiales a las distintas provincias, pero esos materiales se cogen para el desarrollo de las categorías menores. Nosotros muchas veces tenemos que entrenar con pelotas malas, que te joden el hombro”.

“Tenemos muchas pelotas que nos han traído los atletas que tenemos contratados afuera, uno a dos, tampoco son muchas, y se pierden en el camino, porque el comisionado las coge, se la lleva para una competencia, se pierde una, se lleva otra para un tope, y así.

Solamente tenemos una para el entrenamiento, el cual nos dejan hacerlo tres meses antes de la competencia. Pero el año pasado que el torneo fue en marzo, nos dejaron a partir de finales de enero. La competencia fueron dos partidos diarios, un fin de semana, que los atletas no podían levantar ni los pies prácticamente”.

Los jugadores hicieron su trabajo, ahora le toca a la Federación Cubana de Voleibol

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