En los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023, un cubano estará en su nueva casa. Luego de varios años de incertidumbre, Santiago Ford ostenta la nacionalidad chilena, y se encuentra muy motivado por representar a su nueva nación.

Para ello, tuvo que pasar varios obstáculos: romper con el atletismo cubano, realizar una travesía por Latinoamérica, aguantar un estallido social y una pandemia mundial como emigrante en un país desconocido y, a todas esas, arreglárselas para sobrevivir. Trabajó en lo que pudo, incluso como seguridad en bares nocturnos. A pesar de todo, y a meses de debutar con su nueva camiseta, Santiago Ford no se arrepiente de nada.

El tiempo lejos de la familia y los momentos de inseguridad y depresión, también lo han llevado a esto. Ahora, el atleta de decatlón cuenta con una Federación que realmente lo apoya, y con un hijo que le devolvió la esperanza, por lo que aspira a alcanzar una medalla en los próximos juegos multideportivos.

Mucho tiempo atrás, antes de llegar a Chile…

Santiago Ford comenzó a los siete años en el atletismo, en la provincia de Matanzas, en el estadio del Ateneo. Los entrenadores fueron buscando alumnos en las escuelas y él se anotó.

“Llegué a la casa y se lo dije a mis padres, ellos me apoyaron. Yo era un niño con mucha energía y necesitaban que me cansara un poco”, cuenta.

En las categorías inferiores, los niños hacen alrededor de tres o cuatro eventos al iniciar, hasta que, con el paso del tiempo e ir transcurriendo por las categorías mayores, se van especializando.

En el caso de Santiago Ford, pasó por los saltos y una especialidad de lanzamiento: “Eso lo hice hasta los 11 años, cuando entré a la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE)”.

Santiago Ford cubano nacionalizado chileno
Santiago Ford cuando competía por Cuba. Foto: cuenta de Instagram de Santiago Ford.

“En el primer año de la EIDE, estuve en combinados de salto, pero con un poco de mayor rigor, porque empezamos a competir a nivel nacional. Ese año no me fui bien. Terminé en el puesto 5 o 6, pero al otro, ya lo gané”, dice.

“Cuando subí de categoría, me quedé en los saltos, pero seguía siendo muy bueno en los lanzamientos y en las carreras. Había un profesor que me decía que iba a terminar haciendo pruebas combinadas, pero nunca le creía porque siempre le tuve respeto a las pruebas de fondo. Cuando entré al otro año, me pasaron a las pruebas combinadas, para a ver qué pasaba”, cuenta.

En las competencias nacionales de ese año, en la categoría 13-14, le pronosticaron el quinto lugar. Al final, terminaría ganando, y comenzó a tomarse la disciplina más en serio.

“Desde ese entonces, el apoyo de mis padres fue fundamental. Mi padre iba conmigo a todos lados, a todas las competencias”, recuerda.

Su progenitor también estuvo junto a él cuando le tocó ratificar el título en la categoría 14-15 años en el 2012, para dar el salto al equipo nacional. “Fue una trayectoria muy bonita, aprendí mucho. Me ayudó para llegar más preparado al equipo nacional”.

Los primeros eventos internacionales del joven Santiago Ford

En el 2013, Santiago tuvo la oportunidad de ir al Campeonato Mundial de categorías menores en Ucrania, su primer evento internacional. “Terminé en el séptimo lugar. Me marcó mucho, porque podía haber alcanzado una medalla, pero en el penúltimo evento, que era mi mejor prueba, las cosas no me salieron como esperaba. Me quedé con esa espina”.

“Al siguiente año, fui al Mundial juvenil en Estados Unidos, en Oregón, 2014, que no me tocaba porque no era mi categoría. La experiencia fue mala, terminé en el puesto 21. El viaje fue malo también”, dice.

Después, llegaría el mundial de 2016 en Polonia. A esa competencia Santiago Ford llegaba segundo en el ranking. Se sentía muy preparado, tanto física, como mentalmente, pero como en muchas ocasiones, factores externos entorpecieron el resultado.

“Volvió a pasar, hubo problemas. Llegamos unas siete u ocho horas antes de la competencia, después de un viaje de casi tres días. Se nos fue el avión en Francia, tuvimos que quedarnos en el aeropuerto una noche y eso nos retrasó aún más”, cuenta.

El primer día de la competencia, terminó en el lugar 14, casi 300 puntos por detrás de los puestos cimeros. Los contratiempos lo habían privado de un mejor resultado.

“Al otro día, ya era otra persona, pero eran demasiados puntos. Del 14 bajé al cuarto, a 30 puntos de la medalla de bronce. Fue una experiencia única, pues sabía que podía coger una medalla mundial, pero las cosas no se dieron a mi favor”, explica.

“Cuando llegué a Cuba pensé que me iban a dar un poco más de prioridad y atención, porque era la figura que venía despuntando. A Leonel Suárez le quedaban, como máximo uno o dos años más. Sentí que no pasó así. No recibí el apoyo. Lo que más me marcó fue el Centroamericano del año 2018. Me decepcionó mucho”, afirma Santiago Ford.

Caer y levantarse: las decepciones en la vida de un deportista

Estaba previsto que asistiera a esos juegos centroamericanos, pues se encontraba en el equipo, pero tuvo la mala dicha de lesionarse en el mes de marzo. Tuvo una ruptura en los músculos del isquiotibial, semimembranoso y semitendinoso: los tres, se le rompieron.

Al joven le pusieron tratamientos de células madres dos veces y estuvo en cama por un periodo de dos a tres meses. En ese transcurso, toda la recuperación la hizo en la Habana, en Playa. En aquel tiempo, chocaría con una dura realidad.

“Nadie fue a verme, nadie fue a ver cómo estaba o qué necesitaba, cómo seguía la recuperación. No recibí una llamada telefónica. Eso me decepcionó mucho, demasiado. No lo esperaba, no sentir el apoyo de parte de mi gente. Eso fue lo que ayudó a tomar la decisión de, cuando terminara de recuperarme, emprender mi viaje”, dice.

“No me dio tiempo para la competencia, que era en julio. En ese entonces, estaba saliendo de la cama. Me preguntaron cómo estaba a los meses, en julio, cuando fui a la escuela a ver los amigos y a recoger las cosas que tenía allá, pues ya salíamos de vacaciones. Ahí fue cuando me preguntaron, pero en mi casa, en la recuperación, nadie se acercó. Me dolió y a la misma vez, me dio seguridad de tomar la decisión que tomaría a finales de año”, añade.

Leonel Suárez: “Con la sanción realmente obligaron a retirarme del deporte”

Emigrar, la decisión que cambió su vida

Cuando Santiago Ford logró recuperarse para las vacaciones, ya tenía todo planeado y, mentalmente, se encontraba listo. Sabía que si iba a la escuela a pedir la baja no se la darían, por lo que su padre fue a pedirla por él como su tutor.

“Hasta el día de hoy, no sé por qué me trataron así. No juzgo a nadie ni quiero hacerlo. Solamente, no entiendo ese trato conmigo. Con una llamada telefónica o una visita hubiese bastado. No tengo ese rencor por nadie, pero sí me causó muchas inseguridades”, confiesa.

“Todo el mundo sabe en Cuba que, si no eres oro o plata a nivel olímpico o mundial, el resto pasa a un segundo plano. No me arrepiento de nada de lo que hice, al contrario. Igual, doy gracias a todos allá porque, de cierta manera, me formaron, me hicieron crecer. Pude mostrarle al mundo lo que era gracias a ellos, pero me quedé con ganas de más y de hacer mejor las cosas”, expresa.

Santiago Ford salió de Cuba a finales del 2018. Él pudo haber llegado a Chile mediante una carta de invitación que requería un permiso para poder trabajar, que debía dárselo la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Giraldo Córdova Cardín . “Me lo denegaron, fue un no rotundo del que nunca me dijeron el porqué”, dice.

Una travesía con destino a Chile y el adiós momentáneo al deporte

Tras aquella negativa que pudo ahorrarle mucho sacrificio, emprendió un viaje más peligroso, que incluyó Guyana, Brasil y Perú, antes de llegar a Chile.

“Todo fue por un profesor chileno que llegó a Cuba a inicios del 2018, quien me apoyó, y me dijo que, si llegaba a Chile, podía contar con él. Una oportunidad que se me dio en esa instancia y la aproveché al máximo”, refiere.

Una vez que llegó a Chile, nada fue color de rosa, pues las cosas no salieron como tenía pensado. Santiago Ford tuvo que desvincularse un año del deporte y le tocó trabajar para mantenerse, subsistir.

Al año y medio, cuando ya estaba algo más estable en su posición, fue que pudo volver a entrenar, de a poco. Sin embargo, llegaría entonces a Chile el primer estallido social, seguido de la pandemia del Covid-19, por lo que se retrasaría un año más.

“Tuvimos resultados, ganamos los campeonatos nacionales acá, y este año ha sido mucho mejor. Los diputados y seleccionadores ya me tenían en la mira para que, si salía este proceso de nacionalidad, apoyarme. Así fue”, dice.

Fue un proceso largo, cuatro años, pero el pasado 30 de noviembre recibió, finalmente, la nacionalidad por mérito. Tras la espera, a Santiago Ford se le abren muchas puertas, por lo que él mismo reconoce que valió la pena, a pesar del sacrificio.

El presente y el futuro le sonríen a Santiago Ford

Este año, serán los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, a los cuales tiene pensado llegar en su mejor forma física, pues se trata de su principal objetivo, por el que viene preparándose estos últimos años. Los últimos años han sido duros para él, pues dejó a su familia en Cuba, muy lejos de su país adoptivo. Sin embargo, el futuro le sonríe después de tantos sacrificios.

“Llegué a Chile con 20 años, cumplí 25 en agosto. Dejé a mis padres allá, espero reencontrarnos este año. Todo lo he hecho solo. Trabajé de guardia de seguridad por la noche en discotecas. Durante este último año, he tenido más apoyo, porque Dios me dio la oportunidad de tener un hijo. Me agarré de ahí, luego de todo el estrés que viví, puesto que no sabía si las cosas se iban a dar o no. Estaba un poco frustrado, de cierta manera. Pero llegó mi hijo y todo cambió, un año de maravilla”, confiesa Santiago Ford.

“Me he sentido muy querido acá. Chile me abrió sus puertas, y yo voy a retribuirle lo mismo. Mis planes a corto plazo son recuperar el nivel, entrar en ritmo de competencia y, en los Panamericanos, salir a lo que siempre hemos hecho. Ahora, más motivados que nunca, porque somos sede de un mega evento”, añade.

“Quiero salir a disfrutar y pelear por la medalla en los Panamericanos. Sé que será difícil por la calidad del decatlón a este nivel, pero nada es imposible cuando tienes el apoyo requerido”, afirma.

Él sueña, además, con llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024, por lo que se muestra enfocado en salir a buscar la clasificación, en representación de la nación que lo acogió.

“Quiero agradecerle tanto a Cuba ,porque fue donde surgí, por poder demostrarle al mundo el potencial que tengo. Gracias por brindarme esa oportunidad, pero hoy en día me toca representar al pueblo chileno, que fue el que me dio ese voto de confianza. Pienso hacerlos quedar bien, para que sientan que todo este proceso no ha sido en vano”, expresa.

“Soy mitad chileno, mitad cubano: llevaré a Cuba siempre en mi corazón, pero ahora me toca representar a Chile”, concluye Santiago Ford.

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Imágenes cortesía de Cuenta de Instagram Santiago Ford y Cuenta de Instagram de Santiago Ford
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