Javier Dreke es un veterano en este mundillo beisbolero. Aunque apenas participó en una Serie Nacional como pelotero activo, se ha destacado durante años preparando físicamente a los jugadores antes y durante los campeonatos, haciéndose de un prestigio entre sus compañeros con el paso del tiempo.

Desde que comenzó en la antigua Liga de Desarrollo cuando fue campeón con los Constructores de José Luis Bos se le recuerda por ser el preparador físico de Metropolitanos en su última campaña. Después pasó a trabajar con diferentes equipos en el extranjero, en el campeonato sub 23, y en la Serie Nacional con Industriales.

«Me gusta mucho este trabajo aunque no soy preparador de escuela, soy empírico y “a pie de obra” me he ido desarrollando en esta función. Me vieron quizás esas habilidades y desde que Pedro Medina y el antiguo jefe Técnico Carlos Loyd contaron conmigo para las Series Nacionales, he estado haciéndolo durante varios años», declaró Dreke a Play-Off Magazine.

«A partir de ahí he estudiado, me he preparado y estoy haciendo siempre un gran esfuerzo. A veces me despierto por la madrugada pensando lo que tengo que hacer, consulto siempre con atletas veteranos y jóvenes para ir mediando y tabulando las cosas para que sea accesible el trabajo para todo el mundo», agregó.

Los que conocen a Dreke pueden dar fe de su energía dentro de los terrenos y de su capacidad de trabajo, además de ser uno de esos hombres que viven para este deporte. Siempre dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a la labor que realiza.

«Me siento muy comprometido, primeramente, por continuar las ideas y los proyectos que tenía el profesor Benito Camacho, y porque hayan confiado en mí una vez más para estar al frente de la preparación de un equipo de la capital», confesó.

«Estoy muy enfocado en que la preparación salga lo mejor posible de una forma u otra y que pueda cumplirse más del 95 o el 98 por ciento de lo que se proyecta», añadió Dreke.

Con el apoyo de varias leyendas capitalinas, la preparación del equipo Industriales parece garantizada. Hombres como Rey Vicente Anglada, Juan Padilla, Wilber de Armas y Rolando Verde, que según el criterio de Dreke es uno de los mejores entrenadores de Cuba, se han volcado a apoyar en los entrenamientos en  las funciones que haga falta.

«Todos están apoyando ahí y nos rotamos. Yo soy preparador pero lanzó también en las prácticas, asesoro, busco los aditamentos para ejecutar ejercicios, los arreglo si sufren alguna rotura, y estoy al tanto de todo en lo que pueda ayudar», comentó.

El parón producido por el impacto de la pandemia y el poco tiempo que disponen para preparar a la selección dificulta el trabajo y ha obligado a cambiar algunos métodos de entrenamiento, pero esto no evitará que el equipo llegue a la competencia en óptima forma deportiva.

«El equipo lo veo mejor de lo que yo pensaba porque todo ha sido muy rápido. Tenemos diez semanas de preparación y ahora estamos en el proceso de acumulación. El reto es cómo acumular tanta carga física, técnica, y teórica; cómo acumular tanta carga médica, tantos test físicos, tantos métodos nuevos con atletas jóvenes, de forma tal que una cosa no atropelle a la otra».

«Nosotros deberíamos trabajar fuerza un día, resistencia a la velocidad otro día, étc, pero ahora hay que hacer cosas atípicas como trabajar como lo hacen otros deportes combinando varias cosas en una misma jornada. Llevar todo eso en ese tiempo que disponemos y luego transformarlo a los elementos específicos del béisbol, no es tarea fácil», reconoce Javier Dreke.

Con respecto a las lesiones dentro del equipo, el entrenador comentó que después de incorporarse Jorge Luis Barcelán en la jornada del miércoles pasado, luego de estar fuera dos semanas por una contractura muscular, todos los integrantes se encuentran en perfecta forma, incluyendo al receptor Lázaro Ponce, quien en el pasado tuvo problemas con su brazo de lanzar.

«Sobre el caso de Ponce quiero decir que él se siente muy bien, inclusive está pidiendo que le pongan más tiros a las bases. Él hizo mucha preparación en el tiempo de la Covid y llegó aquí en muy buena forma, tiene potencia en el brazo. La bola le llega con fuerza a las almohadillas y está contento como mismo lo están otros peloteros que se han incorporado al equipo», aseguró.

«Esa alegría parte también porque tenemos más medios esta vez, tenemos un gimnasio de pesas con bastantes elementos que se complementan con los rústicos que nosotros mismo hacemos o conseguimos. Estamos enfocados, la capital debe esperar lo mejor de nosotros», concluyó Dreke.

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Imagen cortesía de Boris Luis Cabrera