El atletismo cubano cerró su participación en los Juegos Panamericanos Santiago de Chile 2023 con siete medallas de oro y fue la disciplina que más títulos le dio a la delegación cubana después de la lucha, con ocho.

Con esas siete medallas de oro, los cubanos destrozaron cualquier pronóstico y, sobre todo, las figuras jóvenes se dejaron ver a un nivel aceptable, pero que necesita de todas, todas, seguir en crecimiento.

Un conocido de este deporte, recientemente me compartía su parecer, a tono con los resultados en los JJPP: El atletismo en Cuba es como una exuberante selva tropical, llena de talento inigualable que puede florecer y deslumbrar al mundo.

En efecto, así ha sido durante años, en los que atletas cubanos copaban los podios de premiaciones, tanto olímpicos, como mundiales, ni qué decir a nivel regional o continental.

Sin embargo, hoy la realidad es otra, pues el campo y pista de la isla ha perdido supremacía y cedido terreno (y talento) en varias disciplinas. Al fenómeno indetenible de la migración, se unen otras cuestiones no menos importantes.

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Cuba ha visto surgir a grandes figuras del atletismo, pero, lamentablemente, también es sabido que el atletismo cubano ha sufrido la pérdida de algunos de sus talentos más preciados. Jugadores increíbles que, por diversas razones, decidieron buscar nuevos horizontes en otras tierras.

Es en este punto donde se torna crucial la necesidad de encontrar formas de preservar ese talento único. Es como proteger una especie en peligro de extinción, de esa propia “selva tropical”.

Asimismo, es necesario abrir un espacio donde aquellos deportistas que un día decidieron abandonar el país, puedan encontrar el camino de regreso y representar nuevamente a Cuba.

Para lograr esto, es imprescindible que las autoridades deportivas, entrenadores y líderes visionarios trabajen de la mano, trazando estrategias que permitan retener y atraer a los talentos más sobresalientes del atletismo cubano.

Esto implica establecer programas de apoyo, brindar incentivos, mejorar las instalaciones deportivas y fomentar el desarrollo integral de los atletas desde temprana edad.

La grandeza que antaño tuvo el atletismo cubano radicaba en su capacidad inigualable para superar obstáculos y brillar con luz propia. Es tiempo de preservar, rescatar y construir un futuro donde el talento sea el verdadero protagonista.

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Imagen cortesía de Prensa Latina