Seidy Pagés Román conoció el ajedrez a los cuatro años gracias a su papá. Le llamaba la atención cada una de las piezas y las figuras que representaban. Era todo un misterio que hoy es su vida entera.
Maestra FIDE, especialista en Entrenamiento Deportivo, Máster en Psicología del Deporte, Instructora FIDE y árbitro provincial trabaja en el desarrollo de niños en México y varios países del mundo. Además ha escrito libros y artículos relacionados con el juego ciencia que la amparan como una de las mentes más brillantes del ajedrez cubano en los últimos tiempos.
“Rompí con las instituciones deportivas cubanas simplemente por los proyectos personales que se me estaban presentando y no podía hacer en Cuba, mientras que acá en México sí he podido continuarlos”.
«Las limitaciones, la imposición de criterios y la falta de apoyo es algo que impide el desarrollo de talentos, de buenos proyectos, publicación de libros, etc., que las instituciones cubanas con su bloqueo interno no saben comprender».
“Estoy en México país gracias a mi madre que se queda con mi hija de seis años. Logré una maestría gracias a ella, pude terminar mi carrera de Cultura Física gracias a ella también. Mi trabajo internacional se lo debo completamente. Ha sido un apoyo incondicional…
“Mi papá, ni hablar, él fue quien me dio sus primeras enseñanzas. Los primeros pasos en el ajedrez los di gracias a él, que compartió su conocimiento y estuvo años jugando conmigo, así como acompañándome a los torneos”.
En exclusiva para Play-Off Magazine, contó cómo ha sido su trayectoria deportiva en los tableros y fuera de ellos. Además, habló sobre la diferencia entre ser atleta y entrenador en un deporte que mentalmente exige muchísimo.
¿Cómo llegas al deporte y específicamente al ajedrez?
Conocí el ajedrez a los cuatro años. Me lo enseñó mi papá. Siempre me llamó la atención lo que eran las piezas, la figura que representaba cada una y cuando ponían un tablero me gustaba, me llamaba la atención.
No teníamos mucha bibliografía sobre ajedrez, solamente un libro de 1987, que era el match por el campeonato Mundia entre Garry Kasparov y Anatoli Karpov, celebrado en Sevilla.
De esta forma, y junto con los conocimientos de mi papá, comencé a aprender. Todo fue prácticamente de manera autodidacta, más bien por el interés que por el misterio inicial de saber qué significaba cada figura.
¿Cuándo compites por primera vez y cómo te fue en estas lides?
En el año 2000 me llevaron al combinado deportivo “Pepe Barrientos”. Mi primer entrenador fue Juan, con él recibí las primeras lecciones de manera oficial. Hasta ese momento solo había estudiado por mi cuenta. Fueron apenas dos semanas de preparación, porque a la tercera ya debía participar en el campeonato municipal de Diez de Octubre.
¿Qué significó este evento para ti?
Sorpresivamente gané jugando con los pocos conocimientos que tenía. Fue emocionante, porque todas las chicas que derroté, tenían una base teórica, se habían preparado para este torneo, mientras que yo no. Mi victoria llamó muchísimo la atención en ese momento.
Desde sus primeros pasos, Seidy entendió la importancia del entrenador, sobre todo en un juego donde es vital la preparación mental…
Acto seguido, llegó el certamen provincial. No tuve la misma actuación, conseguí la mitad de los puntos, pero bueno, fue una experiencia maravillosa. A partir de ese momento comencé a estudiar y entrenar en la academia de Diez de Octubre con Antonio Núñez.
Ahí realmente comencé a ver lo que era el entrenamiento de ajedrez. Por supuesto, el maestro Núñez no estuvo mucho tiempo debido a otros compromisos y pasé a trabajar con el maestro Alberto Mardomingo, quien después fue comisionado provincial.
Bajo su tutela empecé a tener resultados. Debido a mi calidad, ya no participaba en los municipales femeninos, sino en los masculinos porque siempre consideraron que estaba por encima del nivel de las chicas en aquel momento.
Hay algo curioso en este sentido, pues contra los varones, también ganaba y clasificaba a las últimas instancias, pero al final, tenía que competir contra las hembras porque, según ellos, eran las normas.
Fue algo frustrante porque si yo participaba en el masculino por qué no me dejaban terminar la competencia de esa manera. Sin embargo, en torneos de una categoría mayor a la mía, sí me daban la oportunidad de participar.
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¿Por qué crees que hay una brecha en cuanto a la preparación y competencia entre hombres y mujeres en el ajedrez?
Creo que eso tiene que ver más bien con la cultura patriarcal que tienen en muchos países. Muchísimos entrenadores creen que las mujeres cuando entran en la etapa adolescente dejarán el ajedrez o simplemente cuando crezcan ya van a tener una vida limitada, por eso es que normalmente no le ponen tanto entusiasmo a la carrera de las féminas como a la de los varones.
Además, el ajedrez representa el combate entre los ejércitos y el hombre por un problema de naturaleza suele ser más competitivo.
También está la cuestión histórica, que influye en la combatividad del hombre mientras que la mujer, quizás no lo es tanto, eso no significa que no sean buenas ajedrecistas, sí lo son, pero por un carácter biológico, cultural e histórico suelen ser minoría a las que les gusta este deporte.
¿Durante tu etapa escolar y a lo largo de tu carrera, cómo te afectó esto?
Encontré a muchos entrenadores que no confiaban y no ponían interés a las chicas. A los varones no le ponían techo y a nosotras nos limitaban mucho y eso es algo que cuando uno lo interioriza es lo mismo que si te pusieran obstáculos. Incluso las expresiones: tú no eres buena en esto o lo otro; es algo que marca a cualquiera y más a nosotras.
Tú carrera como atleta fue corta, ¿cuáles fueron tus principales resultados y cómo fue esta etapa?
En los campeonatos municipales y provinciales tuve resultados y en una ocasión, un entrenador de la Escuela de Iniciación Deportiva “José Martí” se sorprendió con mi juego y entré a las filas de esa institución.
En el 2004 comencé allí y me enfrenté a chicas que ya llevaban años de entrenamiento. Recuerdo que mi entrenadora fue Liulia Cardona, Maestra FIDE. Estuve rodeada de excelentes figuras que ahora son también internacionales. Por ejemplo, el gran maestro Roberto García Pantoja, Luis Agüero y Carlos Hevia.
Nos nutrimos muchísimo, fue una muy buena generación. En el 2005, año que considero el mejor de mi etapa escolar, fue espectacular. Jugué un torneo mixto y de ese campeonato salí directamente con la categoría de Maestra Nacional porque superaba los 2050 puntos ELO.
Meses después, culminé segunda en el campeonato provincial, lo cual tributó que clasificara para el nacional. Allí obtuve el título de Maestra FIDE, que conservo hasta hoy.
La Federación me lo hizo llegar de manera oficial en el 2006. Durante el campeonato a nivel de país, no tuve un gran resultado pero sí estaba muy satisfecha con lo que había hecho.
El siguiente paso en tu vida fue ingresar a la Escuela de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), ¿cómo fue esta etapa para ti?
Fue una época de altas y bajas, previo a ingresar a la ESPA tuve muchos cambios de escuela que afectaron mi rendimiento. Por cuestiones personales prácticamente dejé un poco el ajedrez hasta que llego a la universidad.
¿Aquellos años por qué fueron desastrosos para ti?, ¿qué sucedió?
Sí, tuve etapas que considero desastrosas, la separación de mis padres me afectó muchísimo, tuve muchos cambios de colegios y entrenadores. También ingresé a la escuela de deportes en la secundaria, cuando todos mis compañeros habían llegado antes.
Comencé tarde y el ajedrez es un deporte que se empieza muy temprano y me agarró el periodo de la adolescencia y no me fue muy bien del todo, entonces sí considero que fueron años de inestabilidad. Por ejemplo, no todos los entrenadores que tuve eran buenos y no todos tenían esa confianza que te hablaba.
Luego empecé estudiar la carrera de Licenciatura en Cultura Física. Durante los dos primeros cursos, fue un poco desastroso por cuestiones personales.
Mi mamá estuvo enferma y yo también, fue duro con respecto a que eran los primeros años en la universidad y la adaptación a un cambio de enseñanza siempre trae complicaciones naturales, pero a mí se me juntó además con los problemas de salud de mi madre y míos.
¿Cómo te repusiste de estos obstáculos que te presentó la vida?
Me recuperé de salud, al igual que mi mamá, y supe que tenía que mejorar. En el año 2010, inicié un entrenamiento muy completo, que incluía preparación física y me valió para participar en los campeonatos universitarios. Alcancé un cuarto lugar a ese nivel y coincidentemente los primeros lugares estarían clasificados para la semifinal provincial rama femenina.
De esta forma, participé en mi primer campeonato zonal occidental donde derroté en la última partida a la maestra internacional Zenia Corrales y clasifiqué para el campeonato nacional femenino de mayores, algo inédito para mí, pues tenía la experiencia del nivel escolar, pero no era siquiera parecido.
¿Qué significó para ti ganarle a Zenia Corrales?
Fue genial, porque significó un vuelco a mi carrera. Ya nadie confiaba en mí, yo clasifiqué ese año para el campeonato nacional femenino y fue excelente, porque fui ganando en todos los niveles hasta llegar al zonal occidental que es donde la derroto a ella, en la última ronda.
Ese triunfo aumentó muchísimo la confianza, recuerdo que el año siguiente no fue bueno para mí porque comenzaba a trabajar ya como entrenadora , y nos volvimos a enfrentar, pero ella no me pudo ganar tampoco, fue tablas la partida. Este resultado me dio muchísima confianza de que sí se podía.
¿Cómo te fue en el campeonato nacional ese año?
Tuve una participación bastante discreta debido a la inexperiencia y la falta también de medios, porque no tenía computadora y por tanto no pude acceder a una serie de materiales necesarios para mejorar mi juego.
¿Crees que al ajedrez en Cuba se le da poca importancia?
El ajedrez es un deporte donde la tecnología es sumamente importante. Ahora no se puede entrenar si no tienes una computadora, ni los módulos de análisis, si no juegas online con cierta periodicidad y es importante que esto se tenga en cuenta para todos los ajedrecistas.
Existen muchos programas importantes que si no se tiene una computadora con todo lo que lleva no puedes avanzar en el ajedrez. En otros tiempos era diferente, en mi caso, fue a puro libro, el 80% de mi carrera fue así, era una forma obsoleta que si no actualizaba, no hubiese podido avanzar, por eso fue que me costó más.
Creo que el ajedrez perdió lo que era el carácter masificador que tuvo. Después de la muerte de Fidel Castro, fue decayendo el aprendizaje de este deporte en las escuelas y fue un proceso complejo.
Antes los maestros de Educación Física conocían de ajedrez y después se le quitó el interés, pero por fortuna ahora el Centro de Estudios Isla está trabajando en base a recuperarlo.
Las primeras experiencias de Seidy Pagés como entrenadora fueron llegaron en el año 2010, ¿cómo fue esta época?
En “Universidad para Todos”. Estuve alrededor de cuatro o cinco años impartiendo cursos básicos de ajedrez y en aquel entonces ese programa tenía una gran audiencia, por lo que creo que fue mi primera etapa como entrenadora. De de ahí fue que salió el libro de Los niños prodigios, en coautoría con el Centro de Estudios Isla, que publiqué años más tarde.
Durante mi etapa trabajando en la Universidad fui responsable del Evento Científico y del Comité organizador del ISLA.
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¿Cuándo comienzas como entrenadora?
En el 2012 me desvinculé como atleta y comencé a estudiar una serie de diplomados: Didáctica del Deporte y Ciencias de la Cultura Física. Mi objetivo era fortalecerme en el tema del entrenamiento deportivo. Tras mi graduación, pasé por primera vez el seminario de entrenadores de la FIDE y obtuve la categoría de Instructor Nacional.
Así comenzó mi carrera como entrenadora. A pesar de ello, he participado en campeonatos dentro y fuera de Cuba. En México, donde actualmente resido, lo he hecho en cinco ocasiones y he obtenido buenos resultados.
He estado entre los diez primeros lugares, algo que en este país es muy satisfactorio, porque el nivel es muy alto. Participé en el Carlos Torres Repeto, que es el principal y en el Nacional de México que se hizo recientemente en el DF. Aquí se juega muchísimo ajedrez.”
¿Por qué das el salto de jugadora a entrenadora?
Siempre me gustó transmitir conocimiento. Recuerdo que cuando estaba en la escuela de deportes el gran maestro Roberto García Pantoja, que en aquel entonces éramos chicos y compañeros de salón de entrenamiento, me dijo que yo enseñaba bien, que le encantaba como yo dirigía porque era capitana de equipo.
Eso me marcó y fue el motivo por el cual me dediqué a entrenar. En el año 2008, la vocación salió a flote y me di cuenta que no podía ser solo transmitir conocimiento, enseñar va más allá y ahí fue cuando me aventuré a estudiar también la psicología.
¿Qué diferencias hay entre ser atleta y ser entrenadora?
Hay muchísimas diferencias, el entrenador ya es un trabajo como tal, estás en función de tu estudiante, ya no estás solo pendiente de ti. Cuando eres jugador estás dirigiendo un proceso que normalmente es a largo plazo.
Por su parte, ser entrenador significa estar al tanto de ello, no solamente con un alumno, sino con varios, lo cual resta muchísimo tiempo y ser atleta como tal, ser jugador de ajedrez realmente es diferente, es enfocado en el propio entrenamiento aunque sea autodidacta.
¿Te has sentido mejor desarrollando el papel de entrenadora?, ¿qué significa este rol para ti?
Sí, me he sentido mucho mejor desarrollando el papel de de entrenadora, claro que sí, sobre todo no tanto de entrenadora como de psicóloga después. Ha sido muy bueno, el control de las emociones va mucho más allá y trato de alternar las dos cosas.
¿Cómo compaginaste la universidad con el ajedrez?
Fue difícil, mis mejores resultados llegaron en el último año de la universidad. Tuve muchas asignaturas suspensas los primeros dos años hasta que le agarré el ritmo, sobre todo a no dormir, a entrenar, a estudiar, fue duro, pero lo pude hacer con disciplina.
¿Por qué decidiste hacer el Máster en Psicología del Deporte?
A mí me costaba muchísimo controlar mis emociones. Era realmente un reto. Me ponía muy ansiosa, nerviosa. Hubo momentos en mi carrera en que las emociones me pasaron factura.
El hecho de no controlarlas decidía partidas y realmente me fui por la decisión de estudiar psicología del deporte por mí. Fue un hecho egoísta hasta que terminé de estudiar y me di cuenta que podía ayudar a muchas personas.
Mi carrera como ajedrecista no llegaba a su fin, pero si era diferente. El conocimiento que adquirí me cambió, es algo es algo que me ha dado muchísimos frutos.
¿Cuáles han sido esos logros?
Comencé a impartir clases de forma online con alumnas enéxico en 2019. Ha sido una experiencia grandiosa, llegué a este punto a través de un convenio en un principio de la universidad del deporte con el colegio Cima Educativa, en el cual inicié de manera presencial en 2022.
De esta forma, comencé la preparación psicológica de ajedrecistas en este país. Ha sido tremendo trabajo. Empezó con el proyecto “El Búnker”del gran maestro Roberto García Pantoja. Trabajamos con Ashley Castillo, una chica de 13 años integrante del equipo olímpico de Panamá.
Empezamos a aplicar métodos de entrenamiento que habíamos estudiado y dio muchísimos resultados. La familia de la joven también quedó muy contenta y así poco a poco empecé a ganar alumnos hasta que llegué a los equipos deportivos de Colombia.
La interacción con los padres, con los chicos, con los entrenadores ha sido excelente, me ha aportado muchos recursos, cada uno es un mundo, pero también tienen muchas similitudes. La asesoría que he aportado ha sido en los entrenamientos y en la propia competencia.
Hablando de padres e hijos, ¿qué significan tus padres para ti?
Estoy acá en México gracias a mi madre que se queda con mi hija de seis años. Logré una maestría gracias a ella, pude terminar mi carrera de Cultura Física gracias a ella también. Mi trabajo internacional se lo debo completamente. Ha sido un apoyo incondicional…
Mi papá, ni hablar, él fue quien me dio sus primeras enseñanzas. Los primeros pasos en el ajedrez los di gracias a él, que compartió su conocimiento y estuvo años jugando conmigo, así como acompañándome a los torneos.
También mi madre ha sido fundamental, sobre todo en mi maestría en Psicología del Deporte que fue muy dura porque me tocó hacerla durante la pandemia y pensé que no la terminaría. Ella fue quien me alentó todo el tiempo diciéndome que debía acabarla, que nadie había dicho que sería fácil y así fue, lo logré, gracias a ella hoy estoy aquí.
También ocupas el puesto de comentarista en el International Chess Corporation, ¿cómo lo conseguiste?
En 2022 pasé el curso de School Instructor. Es un título nacional que otorga la Federación Internacional de Ajedrez. Ahí conocí al expresidente de la Federación de Ajedrez Puerto Rico y a varios atletas puertorriqueños.
Les gustó muchísimo cómo trabajaba, cómo me expresaba y empecé a hacer algunos trabajos hasta que la ICC contactó conmigo por las mismas causas, además, estaban buscando personal femenino y una persona titulada.
Actualmente formas parte del equipo de CIMA Educativa, en México, ¿cómo ha sido esa experiencia y cómo ha repercutido en tu vida?
CIMA es un colegio privado que radica en Córdoba, en el Estado de Veracruz. Allí se encuentran tres niveles de enseñanzas: Primaria, Secundaria y Preparatoria. Son los campeones en cada una de las categorías de la ciudad.
Durante mi trabajo con el Centro de Estudios Isla pude hacer la maestría y a ayudar a muchos maestros internacionales que se graduaron junto conmigo, incluso, llegué a ser su tutora, entre ellos: Abel Fabián López y Karla July Fernández Rivero.
Debido a mi buen comportamiento y excelente trabajo, fue que pude participar en este convenio con Mexico y llegué a este país.
En estos momentos te encuentras en el proceso de desvinculación de las instituciones deportivas cubanas, ¿qué te llevó a esto?
Rompí con las instituciones deportivas cubanas simplemente por los proyectos personales que se me estaban presentando y no podía hacer en Cuba, mientras que acá en México sí he podido continuarlos.
Con el desarrollo de mis proyectos personales en cuanto a la psicología del deporte y el entrenamiento decidí romper con todo vínculo con las instituciones cubanas, pero no con los ajedrecistas de Cuba.
Las limitaciones, la imposición de criterios y la falta de apoyo es algo que impide el desarrollo de talentos, de buenos proyectos, publicación de libros, etc., que las instituciones cubanas con su bloqueo interno no saben comprender.
El mundo funciona diferente y Cuba desafortunadamente se ha quedado muy atrasada en miles de aspectos que podríamos hacer una enciclopedia, pero no es el objetivo. Espero que dentro de unos años volvamos a parecernos a lo que llamó Steinitz (Primer Campeón Mundial de Ajedrez) el Dorado del Ajedrez, pero por el momento no veo esperanzas.
Sucede que la relación de los ajedrecistas cubanos con el INDER y la Federación es compleja. El éxodo masivo que ha habido de ajedrecistas lo muestra.
Problemas en los pagos de los grandes maestros, atrasos de pagos de premios en los internacionales Capablanca, desatención total de clubes y academias hacen que el desarrollo de talentos y la desmotivación reine en la mayoría de los casos.
Los privilegios que se le dan a unos jugadores y a otros no, en cuanto a viajes para los torneos hacen que los ajedrecistas abandonen el país buscando desarrollar sus habilidades.
Seydi Pagés Román es ajedrecista, instructora, psicológica y también escribe libros, ¿cómo llegas a este punto de la publicación de libros?
Sí, tengo un libro con la Editorial Académica Española. Fue interesante, pues tiene que ver con mi tesis: Autocontrol de los estados emocionales en ajedrecistas, una guía para entrenadores.
Esta editorial se dedica a publicar tesis de grado que ellos consideran importantes y se me acercaron, fue una experiencia maravillosa porque me dieron la oportunidad de publicarlo. También fui coautora del texto Los niños prodigio. Este fue para el Centro de Estudios de Ajedrez en Cuba.
Ese libro fue “Premio al Lector” en la Feria Internacional del Libro de 2020. Asimismo, tengo artículos también sobre el autocontrol, sobre los estados emocionales, sobre José Raúl Capablanca, algo que siempre aporta muchísimo.
¿Cómo ves a Leinier Domínguez y lo que ha conseguido en su carrera?
Es un referente. Leinier está considerado el mejor ajedrecista después de José Raúl Capablanca. Por supuesto que en Cuba ha habido figuras importantes que mencionarlas a todas sería muy extenso, pero el talento de Domínguez se ha vivido desde que era niño.
Considerado como el más talentoso y disciplinado de su generación todos los cubanos hemos seguido sus resultados paso a paso. Su participación en Olimpiadas y Copas del mundo ha sido tremenda, enfrentándose a las mejores figuras de los últimos tiempos ha demostrado que su comprensión del juego está en otro nivel.
He tenido el placer de compartir con él en varias ocasiones y además de excelente ajedrecista, su humildad y sencillez lo hacen también una gran persona. Por esto se ha convertido en un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones y vuelve a ubicar a Cuba en el mapa a pesar de representar a otra federación.
¿En qué momento de tu carrera te encuentras actualmente?
Estoy a cargo de la preparación psicológica de varios atletas de Chile, México, Panamá, Colombia, Italia, Puerto Rico, Costa Rica y Cuba.
Ahora estoy también comentando, haciendo reportajes para la ICC, fungiendo como periodista. Los trabajos son relacionados con los torneos que se llevan a cabo y para mí ha significado una experiencia muy enriquecedora, he aprendido muchísimo.
Me ha tocado comentar torneos en vivo que ha sido una experiencia muy bonita. He comentado muchos torneos, ya sea torneos de partidas rápidas, torneos de partidas relámpago. Me ha tocado hacer de todo un poco. Muy parecido a lo que hace el periodista español Leontxo García.
¿Qué opinas de Leontxo?
Es el periodista más famoso que tiene el el ajedrez en el mundo. Lo conocí en el Torneo Capablanca in Memoriam del año 2022, del cual fui coordinadora a nivel científico. Debido a mi trabajo con la Federación Cubana de Ajedrez asistí a este tipo de eventos y ahí fue donde conocí a Leontxo.
Lo considero una especie de mentor espiritual. Esa experiencia, ese contacto con él fue impresionante. La organización, la disciplina y su forma de impartir las conferencias fue algo de lo que aprendí y me marcó muchísimo.
Realmente aun creo que no he comenzado mi camino. Todo esto que he conseguido lo considero la base para realizar todo lo que tengo en mente en cuanto a mi carrera y esta entrevista es también una motivación para mí.
Estoy empezando ahora, yo todavía estoy joven y mi objetivo es seguir trabajando con las conferencias en la Psicología del Deporte así como estabilizarme con las conferencias, los seminarios de entrenamiento deportivo, así como seguir trabajando con los equipos de los niños que entreno.
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