“Para mí el mejor equipo (Cuba) que ha pasado por ahí fue el de nosotros. Nunca se quedó nadie. Sin embargo, no te atienden, ¿por qué no nos atienden?, si nosotros nos quedamos aquí. También nos quitan la mitad del dinero”.

Jorge Luis «Tati» Valdés es considerado por muchos como el mejor lanzador zurdo de la pelota cubana. Campeón en los Juegos Olímpicos Barcelona 1992 y de la Serie Nacional con Henequeneros en los años 1990 y 1991, el Tati se ganó el apodo del “zurdo de oro”, debido a su consistencia y osadía para pedir la bola en el momento más apremiante.

Poseedor de cinco lanzamientos, comandados por una knuckleball que combinaba con una recta que rozaba las 90 millas y una curva poderosa, archivó 246 victorias en eventos domésticos, la segunda mayor cifra de todos los tiempos.

Con 65 años, “Tati” reveló en exclusiva a Play-Off Magazine, pasajes de su vida y trayectoria deportiva en su natal Matanzas.

A escasos metros del litoral matancero, vive “Tati” Valdés. Su esposa y dos hijas nos recibieron una noche de enero, justo cuando se efectuaba la final de la Liga Élite del Béisbol Cubano entre Matanzas y Artemisa. El “Tati” no se movió de su asiento frente al televisor, motivo por el cual pactamos para la mañana del día siguiente.

Son poco más de 40 kilómetros los que separan a la actual vivienda del “Tati” de Jovellanos, poblado al centro de la provincia matancera, donde nació el 12 de febrero de 1961.

Con nueve años, Jorge Luis comenzó a practicar béisbol, sin interesarle ningún otro deporte. Flaco, alto y zurdo, condiciones más que idóneas para ser captado de inmediato como lanzador, aunque por algún tiempo jugó primera base. “Bateaba bien”, recuerda el “Tati”.

“Cuando empecé yo seguía a Wilfredo y Fernando Sánchez. Tenían un equipo del diablo”. Una de las mejores épocas de Henequeneros, donde también figuraban estrellas como Ángel Gaspar “El Curro” Pérez y Félix Isasi.

Luego, Valdés llegó a estampar su nombre en dos Campeonatos Mundiales Juveniles: Argentina y Venezuela, el primero de ellos en 1977. Ese mismo año debutaría en Series Nacionales con Citricultores, lanzando ante las Tunas como abridor.

***

Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana 1982. Víctor Mesa pega un batazo de 400 pies y el jardinero central lo fildea pegado a la cerca del Latinoamericano, para concretar el último out del juego. Su equipo lo cargó en hombros y lo paseó por todo el estadio.

Cuba perdía sorprendentemente ante Panamá 2×1 y en su propia casa, una de las derrotas más duras que se recuerden. Ese sería el debut de “Tati” con el equipo nacional, lanzando dos entradas y permitiendo las dos carreras.

Imposible imaginar en ese entonces que esa sería la única derrota internacional de aquel joven zurdo, hilando posteriormente 31 victorias en 46 juegos lanzados durante toda su carrera con la escuadra nacional.

En el propio Latinoamericano, años después, en los Panamericanos de La Habana 1991, “Tati” sentía que aún se lo debía a la afición, y a su padre. “En el panamericano en La Habana mi papá se murió, y yo le piché a Estados Unidos. Después le lancé a Canadá y le di no hit no run. Ahí Fidel nos dio una semana en Varadero”.

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Y es que para la época ya era considerado el pícher más consistente de la pelota cubana. Así lo había demostrado en las temporadas de 1990 y 1991 de Series Nacionales, quedando campeón con el histórico Henequeneros.

“Ahí estábamos Juan Manrique, “Pepito” Estrada, Armando Dueñas, Carlos Mesa, José Cantero, Roberto Álvarez”. Tati, exagerando un poco, dice, “Yo lanzaba todos los días”, aunque el mismo director de aquel equipo, Gerardo “Sile” Junco, reconoció que ese era su caballo de batalla.

– ¿Recuerdas algún momento importante de aquellas postemporadas?

-Le gané dos juegos a Santiago, cuando tenían el tanque.

– ¿Disfrutabas mucho las Series Nacionales?

-Sí, porque había buenos bateadores.

“Tati” Valdés ofrece respuestas cortas, concisas. Se sienta con los pies cruzados y gesticula poco. A veces le cuesta recordar ciertos hechos y en otras se equivoca.

A sus 65 años las secuelas por sus problemas con el alcohol son palpables. Sin embargo, al rato entra en confianza. Se muestra enérgico, sociable. Quiere que le hagan fotos en todas las poses y con sus hijas.

Jorge Luis "Tati" Valdés
Jorge Luis «Tati» Valdés

Dispone de la sesión fotográfica con el mismo ímpetu que pedía la bola, ya fuese para abrir el juego decisivo en un playoff, como para cerrar en el 9no ante la tanda de arriba del rival. Daba igual que el día anterior hubiese dado lechada. Así es “Tati”, el zurdo más ganador de la pelota cubana, pues hay cosas que nunca cambian.

– ¿Contra qué rival te gustaba enfrentarte internacionalmente?

-No, a mí siempre me gustaba enfrentarme con todo el mundo.

– ¿Y a cuál le tenías más respeto a la hora de picharle?

– A todos les tenía respeto, pero yo ganaba así mismo.

Fueron un total de 234, en su momento el pícher con más victorias en Series Nacionales hasta que, años después, Pedro Luis Lazo impusiera la marca en 249.

En cuanto a lechadas, el zurdo matancero es el cuarto de por vida con 46, solo por detrás de Omar Carrero, Rogelio García y Braudilio Vinent, quien lidera con 63.

– ¿Recuerdas alguna en específico?

– Cuando propiné no hit no run a Villa Clara. Víctor Mesa era el último bate, y me dijo. “Si no lo haces ahora, no lo vas a hacer nunca”, y lo ponché.

Muy inoportuno era llegar a hacer una entrevista cuando tu equipo se jugaba el campeonato en ese preciso instante. Al menos, sirvió para que hablara sobre los chances reales de Matanzas, de los dos errores que había cometido Yurisbel Gracial la noche anterior, de Armando Ferrer, y de la pelota cubana.

-Se están ponchando mucho, porque son burros bateando. Los píchers se equivocan mucho también.

– ¿A quién te gustaba enfrentar en series nacionales?

-A todos, porque todos eran buenos. Cuando eran 16 equipos yo tenía una libreta con todos los nombres. Y cuando iba a jugar ya iba con todo; los batedores, para donde bateaban. Igual te scauteaban, pero tenías que tener inteligencia para pichear.

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– ¿Recuerdas a algún equipo en especial?

-Las Villas tenía a Héctor Olivera (padre), Sixto Hernández, Víctor Mesa. Industriales. Pinar del Río tenía un tanque también. Ciego de Ávila y Camagüey.

***

En la década de los 90, glorias del béisbol cubano, aún activas y en plenitud de condiciones, vieron terminada su carrera dentro de la isla.

“Eso fue sin avisar. Nos dijeron tu vas para aquí y el otro para allá, y es que firmamos el contrato. Eso fue estando la serie Selectiva”. “Tati” tenía en aquel entonces 32 años.

Lo mandan cinco años a Japón, junto a otras figuras como Lázaro Junco, Javier Méndez y José Raúl Delgado. Serían los precursores de los contratos profesionales en Cuba.

En el 94, cuando aún se encontraba en la nación asiática, retiran a 57 peloteros de las Series Nacionales de forma inexplicable. “Ese año no sé por qué hicieron eso, porque estábamos bien todos”, cuenta.

Luego de su regreso, logró jugar dos temporadas más con Matanzas, hasta que en el 2002 viaja a Brasil por un lustro, como entrenador del equipo sub 23 de ese país.

De vuelta en Cuba, “Tati” se incorporó a la dirección de Citricultores con Tomás Soto, además de entrenar en la Academia de picheo.

Jorge Luis "Tati" Valdés
Jorge Luis «Tati» Valdés

– ¿Qué consejo le darías a los píchers?

-Tienen que pensar más para lanzar. Ahora hay una concentración de bateadores, y si no piensan, se equivocan. Tienes que ver quién viene. Desde el banco observar quién se quedó, para que cuando llegues ahí, vayas con la mente clara.

Cuando tú tienes 5 lanzamientos, es más fácil que no te bateen. La gente no sabe qué vas a tirar. En el bullpen tienen que aprender pichando por abajo, no por arriba, y saber a qué bateador pasar o lanzar. En qué inning te sientes mejor. El lanzamiento tuyo ese día cuál está mejor…

– De los entrenadores que tuviste, ¿cuál crees que más te aportó?

-Pedro Pérez, fallecido hace poco. Me aportó todos los conocimientos.

– ¿Además de la velocidad, qué recursos crees que se necesite para ser un buen lanzador?

– No hace falta la velocidad, hace falta pensar. Si tiras más duro, mezclas los lanzamientos. Coges y tiras una curva, una slider, un knucleball, ¿quién te batea?

– ¿Cuál era tu lanzamiento favorito?

– El knuckleball. También tenía buena curva

– ¿Qué le estás enseñando a los muchachos jóvenes de hoy en día?

-No me dejan enseñar. No quieren. (Lo muchachos) no van a aprender. Si yo estuviera ahí, aprendieran más. Yo me sé todo eso. No lancé 19 años por gusto.

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“Tati” Valdés fue parte del staff de abridores del equipo Cuba durante 11 años y entre sus resultados más destacados se encuentran el oro olímpico en Barcelona 92.

Incluyendo al “Tati”, la nómina la completaban otros monticulistas legendarios como Omar Ajete, Osvaldo Fernández, Juan Carlos Pérez, Orlando “El Duque” Hernández, Giorge Díaz y Rolando Arrojo.

Además, cosechó cuatro oros mundiales, tres títulos en Juegos Panamericanos, cinco Copas Intercontinentales, entre otros.

De todos esos, el partido que más recuerda es la semifinal de los Juegos Panamericanos de Indianápolis 1987, cuando le dio scone de ponches a Puerto Rico en el 8vo inning, y en el 9no, con bases llenas y un out, ponchó al 3er y 4to bate.

Ese juego lo ganarían 6×5, y en la final terminarían imponiéndose sobre EEUU. “Fidel nos llamó para decirnos que nos recibía en La Habana.”

-Para mí -asegura Tati- el mejor equipo que ha pasado por ahí fue el de nosotros. Nunca se quedó nadie. Sin embargo, no te atienden, ¿por qué no nos atienden, si nosotros nos quedamos aquí? También nos quitan la mitad del dinero. Vaya, pa´qué.

A “Tati” le gusta la música bailable. Además del bésibol, también se interesa por el boxeo y el voleibol. En ocasiones sale a dar vueltas por su barrio, Peñas Altas, sin pasar desapercibido entre la gente.

– ¿Satisfecho con tu carrera?

-Sí, el problema es que, yo me siento satisfecho, pero no me atienden, y la vida no está fácil. Y lo que quiero es empezar ahí a entrenar con ellos. Se los he dicho, pero a ellos no les importa. Yo soy entrenador de la Academia.

¿Qué le faltó al Matanzas de Víctor Mesa para ganar un campeonato?

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Imágenes cortesía de Play-Off Magazine y Foto: Play-Off Magazine
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