Mario Kindelán, un doble campeón olímpico del boxeo cubano que prefirió vender una de sus medallas antes que “desertar”; Hermes Ramírez, un subcampeón olímpico que conoció los horrores de la guerra y vio morir amigos; Eduardo Paret, Lázaro Valle y Rogelio García, leyendas del béisbol cubano que han seguido caminos distintos: entre lo más leído de Play-Off Magazine en 2023 encontramos una variedad notable de protagonistas e historias, acorde con la riqueza del deporte cubano.
De béisbol, boxeo, atletismo, voleibol; personajes ya retirados o en acción; atletas que son leyendas a quienes siempre se vuelve, y otros cuyas carreras aún no se han terminado de escribir: relatos de personas cuya vida está marcada por el deporte, por caerse y volverse a levantar hasta triunfar.
De Misifú, un cargabates legendario; Frank Sánchez, el púgil cubano que venció al mar; el retiro de un mito del canotaje cubano, Serguey Torres; la reina del triple salto en la isla, Yargeris Savigne; Marileidy Paulino, la olímpica que corría descalza; Yamilé Aldama, quien a los 39 años fue Campeona Mundial en Pista Cubierta; Alexander Navas, la persona que ayudó a llevar a la cima al salto con pértiga cubano; y Eduardo Biscayart, ‘Don Bisca’: son entrevistas, de primera mano, para volver a recordar.
Ponemos a su consideración parte de lo más leído de Play-Off Magazine en 2023, con la disposición de seguir buscando a esos protagonistas y traerlos a ustedes en los meses por venir.
Mario Kindelán: «vendí mi medalla olímpica porque era mejor comer que desertar»
Mario Kindelán: «vendí mi medalla olímpica porque era mejor comer que desertar»
“De la venta de mi medalla olímpica de Sydney 2000 todavía no me arrepiento. La vendí porque me vi en una situación crítica. No tenía prácticamente nada para comer ni para mantener a mis hijas, y tuve problemas personales que me llevaron al divorcio. La vendí porque era mejor tener cuatro o cinco pesos para poder comer que desertar”, dice Mario Kindelán, un doble campeón olímpico del boxeo cubano.
“Traicionar a mi Comandante, eso no lo iba a hacer nunca, porque aunque ya no esté, mi palabra es leal. No importa dónde la gente se encuentre, si en el cielo, si en la Tierra, o si en el infierno. Cuando se es leal a alguien y a algo, hasta el propio enemigo te valora. Esa es mi forma de ser, leal 100 por ciento, que pocos cubanos ya tenemos esa lealtad.
“Tuve que venderlas, pero, ¿por qué no sale a la luz también el robo que hubo en el Museo del INDER, de Holguín, a donde doné todos mis trofeos?”, pregunta uno de los pugilistas más recordados de la célebre escuadra cubana, quien también fue tres veces monarca mundial.
Yamilé Aldama: “me hubiese sentido mejor en Cuba, pero a veces no hay de otra”
Yamilé Aldama quería seguir representando a Cuba. El hecho de radicar fuera de la isla no significaba un impedimento para ella, quien incluso estaba dispuesta a dar el 50 por ciento de sus ingresos al gobierno.
“Va en contra de la política del país”, le dijeron, y la excelente carrera de Yamilé Aldama sería bajo las banderas de Sudán y finalmente de Gran Bretaña.
Su salto de 15.29 m llegó a ser, en su momento, la tercera mejor marca de todos los tiempos entre las mujeres, algo que la convirtió en la cubana que más lejos ha llegado en el triple salto, aunque sin ostentar el récord de su país natal. A los 39 años, fue Campeona Mundial en Pista Cubierta y asistió a sus quintos Juegos Olímpicos con una nueva bandera.
Hace más de 20 años dejó de representar a Cuba, aunque solamente en el uniforme y en los listados que se hacen. Su familia y amigos siguen estando aquí. El calor y el café los sigue poniendo por encima del frío y del té.
Yamilé Aldama: “me hubiese sentido mejor en Cuba, pero a veces no hay de otra”
Hermes, la medalla olímpica y la guerra: “fui criado bajo una doctrina pura y cumplir con la patria era lo más importante”
Varios años antes de ir a la guerra, de ver morir amigos y descubrir que “la vida no vale nada”, Hermes Ramírez se convertía en subcampeón olímpico con solo 20 años. Entonces, era uno de los mejores velocistas del mundo, pertenecía al equipo nacional cubano y “volaba” sobre las pistas, rumbo a la gloria.
Con los años y después de las victorias, vendrían, inevitablemente, el declive, el retiro. Más tarde, la guerra.
“Aquella experiencia me sirvió para conocer mejor al hombre, en todas sus manifestaciones”, cuenta, en su residencia del reparto Cerro, en la capital cubana.
Tiene ya 75 y ha dedicado toda su vida al atletismo, dentro y fuera de su país. Ya no es aquel atleta nacido para correr, pero los recuerdos llegan veloces, en estampida.
Hermes Ramírez es feliz, pero hay cosas que le duelen. Esta es su historia.
Lázaro Valle: “respeto y admiro a quien haya decidido triunfar en el béisbol rentado”
Cuando aquella bella mujer de piel blanca y ojos azules comenzó con los dolores de parto aquel día de San Lázaro de 1962, familiares y amigos de la barriada de la Habana Vieja, en el consejo popular La Catedral, prendieron velas e hicieron pequeñas ofrendas a sus santos porque sabían que el niño venía bendecido.
El alumbramiento ocurrió 15 minutos después de concluido ese día, pero el nombre de Lázaro ya nadie se lo iba a quitar. Nacer el día de la Virgen de la Esperanza también era una clarinada para esa mujer humilde que lavaba y planchaba “para la calle”, y que contra todas las barreras sociales había llevado en su vientre durante nueve meses el fruto del amor con aquel negro machetero.
Así nació quien un día se convertiría en el mejor lanzador del país y que jamás perdería un partido vistiendo el uniforme del equipo Cuba, el supersónico Lázaro Valle Martel.
En medio del sincretismo religioso y del rico folklore que caracteriza nuestra nación, creció el fuerte y mestizo niño. Su abuela le regaló una estampita de La Mano Poderosa que la madre le leía a diario, pero sin imaginar siquiera que el potente brazo de este lo llevaría unos años después a la gloria y le aseguraría un puesto entre los inmortales del beisbol cubano.
“Desde chiquito siempre me gustó andar con un palito bateando piedras. Me ponía a jugar solo en la casa, hasta que un día mi papá me regaló un guante y una pelota y ese fue el día más feliz de mi vida”, dice Lázaro Valle a Play-Off Magazine.
Lázaro Valle: “respeto y admiro a quien haya decidido triunfar en el béisbol rentado”
Rogelio García: “de mí se habla bien poco, nada más del jonrón de Marquetti”
El capricho de reducir la carrera de Rogelio García al jonrón que le conectó Agustín Marquetti en el Latinoamericano –uno de los batazos más icónicos del béisbol cubano- sigue prevaleciendo en exceso, pese a que se habla de unos de los mejores lanzadores que ha dado una tierra de grandes peloteros.
Casi una hora de conversación con el recordista de ponches de la pelota cubana, integrante del club de las 200 victorias y autor de dos juegos de cero hits y cero carreras, fue suficiente para que mostrara ese malestar con el que ha tenido que lidiar durante tanto tiempo.
“A ver si la gente de la Comisión Nacional y la televisión profundizan más en la historia de Rogelio García y no machacan más con el jonrón de Marquetti. Que saquen otra cosa agradable. Mira a ver si yo he ido a algún programa Confesiones de Grandes o Mi Béisbol. Ahí tienes que sacar tus conclusiones”, dice el “Ciclón de Ovas”, como se le conoce.
Estas fueron sus palabras en los palcos ubicados frente al montículo del estadio Capitán San Luis, en Pinar del Río, donde deslumbró y consolidó una brillante carrera, la misma instalación deportiva en la que no se le recuerda con ninguna imagen, pese a que es uno de los nombres más grandes entre los tantos que elevaron a esta provincia a lo más alto del béisbol cubano. Esa, es otra herida para Rogelio García.
Rogelio García: “de mí se habla bien poco, nada más del jonrón de Marquetti”
“Este estadio no tiene las pancartas de los grandes peloteros, no acaban de retirar los números de los jugadores de la Serie Nacional. Hay decisiones que son provinciales y alguna foto puedes poner ahí, como las de Luis Giraldo Casanova, Alfonso Urquiola, Omar Linares o Pedro Luis Lazo. Tengo cantidad de cosas para donar al museo del deporte pinareño y nadie ha ido a preguntar por nada”, afirma.
Rogelio García fue el típico niño cubano que cambiaba el aula por el béisbol y así fue como comenzó en su natal poblado de Las Ovas, cercano a la ciudad capital de la provincia.
“Yo comía béisbol. En la escuela Pepe Chepe, que quedaba al fondo de mi casa, siempre estaba activo en esa parte. A veces, me escapaba de la escuela para irme a ‘piquetear’ al terreno y de ahí salí: yo no estuve en la pirámide”, cuenta.
Alexander Navas, entrenador de Yarisley Silva: «Fue un final inmerecido para ambos»
Alexander Navas fue la persona que ayudó a llevar a la cima al salto con pértiga cubano. Entrenador de Yarisley Silva desde los inicios del 2000, fue una figura fundamental para que la pinareña llegara a ser medallista olímpica y campeona mundial, toda una hazaña en una especialidad que no contaba ni con la tradición, ni con los recursos suficientes llegar tan lejos.
Tras pasar enormes trabajos y sufrir algunas malas decisiones de sus jefes, él dejó junto a Yarisley un legado al alcance de muy pocos.
Desde Pamplona, donde se encuentra ahora entregando su conocimiento en la garrocha y desde donde piensa esculpir una campeona olímpica, Alexander Navas atiende a Play-Off Magazine para conversar sobre su vida y de por qué no está en el equipo nacional de Cuba.
Alexander Navas, entrenador de Yarisley Silva: «Fue un final inmerecido para ambos»
Yargeris Savigne, nostalgia de una campeona: “viví un tiempo espectacular”
El 8 de junio de 2018, el estadio Panamericano de la Habana devino escenario para el último salto en la carrera deportiva de Yargeris Savigne. Más allá del discreto resultado y el segundo lugar, el público rindió homenaje con su presencia a quien ha sido la más grande atleta femenina de saltos horizontales de Cuba.
A cuatro años de ese suceso, la otrora campeona mundial y medallista olímpica luce igual que cuando dominaba los cajones de saltos en eventos internacionales y era la reina del triple. Ahora, desde su puesto de entrenadora en el combinado deportivo Quintín Banderas de Guanabacoa, Yargeris transmite los conocimientos acumulados por más de 20 años a los más pequeños.
A sus 37 años, da la sensación estar activa en el deporte. Asiste temprano a su trabajo, incluso, es de las primeras en llegar: “Salgo antes de la casa porque vivo en Habana del Este. El transporte se pone malo para acá y detesto llegar tarde”. La puntualidad y compromiso son dos elementos adquiridos desde su etapa como atleta.
Pese a su presencia habitual en aquel lugar, a Yargeris la observan como a cualquier personaje famoso, como una estrella del atletismo cubano y mundial. Los ancianos practicantes de taichí pronuncian frases como “¡esa es la Savigne!” o “¡qué manera de saltar esa mujer!”. Otros, más jóvenes, terminan sus sesiones de carreras matutinas en la pista y le piden una foto.
“¡Me encanta que la gente me pida fotos! Significa que me recuerdan. Luego veo que la ponen en Facebook y colocan frases realmente lindas que uno como exatleta valora mucho”, comenta.
Parece alguien común, pero no es así. Viste con ropa atlética, como si después de la entrevista le esperara el entrenamiento. En sus piernas, carga una mochila pequeña de color rosado y unos dibujos animados que, en la parte inferior, mostraban un nombre escrito con lapicero. Sus triunfos y fracasos permanecen en la memoria. Se alegra cuando algún periodista le escribe para una entrevista, aunque admite que desde su retiro han disminuido las mismas.
Frank Sánchez, el púgil que venció al mar: “voy a ser el primer campeón cubano peso pesado”
Hace unos 7 años, cuando todavía no entrenaba con Saúl “Canelo” Álvarez ni aparecía en los listados de las grandes organizaciones del boxeo mundial, The Cuban Flash había sido monarca nacional en los 91 kg, en uno de los países con mayor tradición de este deporte en el mundo.
Aquel joven Frank Sánchez le había ganado al número 1 de esa división en la Isla, Erislandy Savón, y parecía tener un futuro destacado como peleador amateur. Pero, el deseo de asistir a unos Juegos Olímpicos le fue negado y esperar cuatro años más para la próxima cita no era una opción.
En Cuba, dejaba a sus padres e hijo, pero la decisión de salir del país en lancha fue definitiva.
“Soy bien guapo para el boxeo, pero para tirarme al mar no. Era la única vía”, cuenta.
Con el tiempo, por encima de tantos obstáculos, ha construido una carrera sólida como profesional, con récord de 22 victorias, de las cuales, 15 han llegado por la vía del nocaut. Ahora, tiene en mente un enfrentamiento con Chris Arreola, experimentado peleador con más de 40 combates, en espera de que se acuerde la fecha para la pelea.
De vuelta a entrenar con Eddy Reinoso y Saúl “Canelo” Álvarez, después de un tiempo separados, ambos le han dicho que confían en que Frank Sánchez logre la meta que lo impulsa: ser el primer campeón mundial de peso pesado de Cuba en el profesionalismo.
Frank Sánchez, el púgil que venció al mar: “voy a ser el primer campeón cubano peso pesado”
Marileidy Paulino, la olímpica que corría descalza: “fue una medalla de fe”
A partir de ahí, y para demostrar que no fue fruto de la casualidad, los resultados han seguido llegando. Ahora también es multimedallista mundial y conserva un diamante: es una ídolo en su país.
Marileidy Paulino es embajadora de la cultura de su país. A cada lugar que llega, ella resalta el talento de los más jóvenes, de la necesidad de apoyarlos. Se sabe líder de ese proyecto y, como tal, lo asume.
En sus zapatillas de correr está inscrita la siguiente frase: “Dios es mi esperanza, amén”. Además de su trabajo y del de quienes han tenido que ver con su desarrollo, cree fielmente en que nada de esto hubiese sido posible sin su fe.
Marileidy Paulino, la olímpica que corría descalza: “fue una medalla de fe”
“Esa es mi frase favorita, la que siempre digo. En todas las carreras que yo hice, Dios corrió conmigo”, afirma.
Dios, República Dominicana y la familia son sus amores. Por ellos empezó a correr, y ahora no sólo les dedica cada victoria suya, sino que también desea retribuirles lo que una vez le ofrecieron. Uno de sus proyectos para el futuro es crear una fundación para ayudar a niños huérfanos en Quisqueya.
Tan bien asume su papel en República Dominicana, que cada una de sus carreras sabe que le pueden alegrar el día a muchas personas, por lo que siempre piensa en ellos en la línea de arrancada, sobre todo, en los menos favorecidos.
Serguey Torres, al retiro: “fue difícil pensar que ya no hay una meta siguiente”
A sus 36 años, solo le faltó el título mundial. Muchas veces lo tuvo bastante cerca, pues fue siete veces subcampeón del mundo y algunas de esas regatas se definieron por centésimas. Sin embargo, la vida lo retribuyó, y en una final olímpica, de las más emocionantes en los últimos tiempos, se colgó la medalla al cuello que cualquier atleta hubiese querido por encima de otras. El oro olímpico llegaba para darle los toques finales a una carrera que ya era consagratoria.
Así lo demuestran sus 13 medallas mundiales, 7 de plata y 5 de bronce, sus 4 oros en panamericanos y un bronce, las 6 medallas en centroamericanos o las 25 en Copas del Mundo, si no le falla la memoria a Serguey Torres. El hecho es que lograr todos esos resultados en el contexto cubano tiene mucho mérito, pues “el deseo de ganar es mayor que las adversidades que tenemos”.
El retiro nunca es fácil: “fue bastante difícil pensar que ya no hay una meta siguiente”, más luego de una vida dedicada a lo mismo. Por eso reconoce que ahora es tiempo de reorganizar su vida y plantearse nuevos proyectos, amén de que el canotaje es una pasión que nunca se irá del todo.
Sobre sus comienzos en su natal Sancti Spíritus, su medalla olímpica, su bote con Fernando Dayán Jorge, el retiro y sus nuevos desafíos, trata esta entrevista concedida por Serguey Torres, un campeón olímpico cubano.
Serguey Torres, al retiro: “fue difícil pensar que ya no hay una meta siguiente”
Misifú, un cargabates y el olvido: “los de afuera hacen por mí lo que no hacen en la provincia»
“Durante el trayecto, tengo que parar mucho por la cantidad de gente que me saluda. No puedo dejar de ir, porque si descanso, es verdad que me jodo”. Tengo la mente clara todavía. Yo voy, de vez en cuando, al Sandino, cuando no me duele la rodilla”, cuenta Misifú, quien ya no tiene la misma velocidad de sus mejores tiempos.
El “Misi” formó parte de los triunfos más inolvidables de una de las potencias beisboleras cubanas, como cargabates, por 33 años. Aquel vendedor de periódicos no pudo ser pelotero, pero su vida terminó atada, por décadas, al principal pasatiempo nacional.
Ya no corean su nombre en el estadio Sandino, en la provincia del centro de Cuba. Ya no comparte con las estrellas de la pelota cubana ni se mueve, sin parar, sobre el terreno, para “robarse” las señas o ayudar a alguno de sus muchachos.
Roberto Jiménez, Misifú, se siente desatendido dentro de su país, pues no lo invitan a ninguna actividad ni se ocupan de él desde el Inder. Eso sí, cuenta, hay muchos agradecidos que no olvidan a aquel cargabates que alborotaba cada estadio de la isla.
“Los muchachos que están afuera han hecho lo que no han hecho conmigo en esta provincia”, cuenta.
Misifú, un cargabates y el olvido: “los de afuera hacen por mí lo que no hacen en la provincia»
Eduardo Paret: “después de la sanción me hice más fuerte, mejor persona y más hombre”
Para muchos, el torpedero más completo del béisbol cubano de todos los tiempos es Eduardo Paret, según demuestran las estadísticas a la ofensiva, defensiva y corrido de bases en sus 21 campañas nacionales y los más de veinte de participación en eventos internacionales, incluidos dos clásicos mundiales.
Paret fue, junto a Omar Linares, los únicos beisbolistas cubanos en llevarse el galardón de mejor pelotero juvenil del mundo y después como amateur primera categoría. Rechazó ofertas millonarias desde temprana edad para jugar como profesional. No obstante, dejó bellas páginas para historia del béisbol cubano.
Enorgulleció a la afición villaclareña y cubana con sus rendimientos y disciplina dentro y fuera de los terrenos, aunque sufrió injusticias y atravesó por momentos difíciles de los que se creció como atleta y ser humano.
De las realidades vividas desde pequeño, en sus años dentro de los equipos Villa Clara, la selección nacional y, más tarde, como mánager de los Azucareros, contó abiertamente para Play-Off Magazine.
Eduardo Paret: “después de la sanción me hice más fuerte, mejor persona y más hombre”
Eduardo Biscayart, ‘Don Bisca’: “jamás pensé que me convertiría en comentarista de fútbol”
Para quienes escuchaban sus comentarios de los grandes eventos futbolísticos, dejó de ser Eduardo Biscayart para convertirse, simplemente, en “Don Bisca”, una voz que quedó unida a las “noches mágicas” de Champions y los partidos legendarios.
A veces, más que los goles o momentos inolvidables, los aficionados recuerdan sus palabras, o al gran narrador Luis Omar Tapia, quien solía decir: “Cuando Don Bisca habla, es porque sabe”.
Eduardo Biscayart ha tenido una fructífera carrera en la televisión en algunas de las grandes cadenas del mundo como ESPN, Univisión, GolTv, Fox Sports y BeIN Sports.
Este periodista argentino, quien nació en Buenos Aires el 1 de noviembre de 1969, tiene un vínculo con Cuba y su deporte que se remonta a los años 90. Ese lazo no llegó precisamente mediante el fútbol, sino por otro deporte que también es su pasión.
Play-Off Magazine conversó con Eduardo Biscayart, “Don Bisca”, sobre su vida y, por supuesto, sobre deporte.
Eduardo Biscayart, ‘Don Bisca’: “jamás pensé que me convertiría en comentarista de fútbol”
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